Lo que se pudo, con lo que se tuvo

"La mediocridad, posiblemente consiste en estar

delante de la grandeza y no darse cuenta"

Gilbert keith Chesterton

Escritor británico

 

Esta semana que inicia vendrá toda una lluvia de informes de las diferentes administraciones municipales de Tamaulipas, que carecerán de todo el protocolo y reflectores a los que ya se habían acostumbrado los presidentes municipales, para dar paso a la austeridad y a cierto desprecio por parte del ciudadano que prácticamente ya se olvidó de ellos, pues ha centrado ahora sus esperanzas en los electos.

En otras palabras ya prácticamente nadie pelará a los alcaldes que se van, porque es mayor la expectativa que han generado desde sus campañas y sus post- campañas en estos casi 6 meses desde la elección hasta que tomen posesión en unos días más.

Podrá esperarse toda una lluvia de pretextos, muchos con un gran fundamento, muchos, sin embargo sin sentido; me explico mejor: Sin lugar a dudas éste fue el trienio más duro no sólo para los municipios sino para el país en general; en 2008 cuando apenas iniciaban, asomaba también una severa recesión económica que hasta la fecha se sigue sintiendo en los bolsillos de la gente, dígase lo que se diga. Con esta bronca encima, los municipios del estado comenzaron a resentir los recortes en las partidas presupuestales por parte del gobierno federal, otra constante que hasta ahora se mantiene.

Se iba el 2008 y con el 2009 una nueva amenaza cubría con su sombra a todo el país y el aire se volvió el enemigo número uno de la gente...y de la economía. El serotipo H1N1 acabó con todas las expectativas, principalmente en materia turística y causó el desvío de una buena cantidad de los recursos públicos hacia el renglón de la Salud, pero el daño ya estaba hecho y buenos logros, como el hecho de que la zona conurbada del sur del estado se convirtiera en el tercer destino carreteros de los turistas del país, se vinieron abajo. La recuperación fue lenta y su costo, principalmente para la economía estatal fue devastador.

Con el 2010 regresó la esperanza de una recuperación económica e incluso la cuesta de enero no fue tan pesada como se imaginaba, lo que ofrecía una buena perspectiva, pero lo peor estaba por venir: A partir de febrero la violencia hizo presa del estado y representó el mayor de los retos para los gobiernos en todos sus niveles. Con alcances inimaginables, como la fuga de capitales, la violencia alcanzó incluso al que en los hechos sería el próximo gobernador de Tamaulipas. Sería injusto achacarle alguna responsabilidad a los gobiernos locales, pues incluso habría que recordar que varios alcaldes y ex alcaldes sufrieron en carne propia el problema.

Es por ello que casi pareciera que los alcaldes de Tamaulipas se van por la puerta de atrás, con logros limitados y una gran impotencia de no haber podido hacer más en sus administraciones; aunque de suyo, sí hay una buena carga de responsabilidad que se llevarán en el morral, si se considera que no vimos a los alcaldes buscando en cada rincón, en cada cajón de los diferentes programas los recursos suficientes para procurar un poco más por su gente, principalmente por los que menos tienen. Los informes de los alcaldes serán austeros, limitados, lo más ajustados posibles, apenas para cumplir con el mandato legal de hacerlo en sesiones solemnes de sus respectivos Cabildos. Podrán decir entonces que se hizo lo que se pudo, con lo que se tuvo.

SILENCIO "SOSPECHOSISTA"

Como diría Santiago Creel, me parace que hasta ahora ha resultado por demás "sospechosista" que ni el gobernador Eugenio Hernández Flores ni nadie del PRI u otra fuente comenten nada respecto al "ofrecimiento" (lo que para mí) fue más bien una "filtración" de Humberto Moreira Valdez de invitar a Geño a su equpo de trabajo en el PRI. ¿lo estará pensando?, o será que ya está definido el destino político del aún gobernador de Tamaulipas

 

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