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¡Imagínese!

Voracidad de constructores

"Pocas o ninguna vez se cumple con la ambición que no sea con daño de tercero"

Miguel de Cervantes Saavedra, Escritor español

 

Mientras la zona conurbada del sur del estado crece, (cada vez más de manera desordenada) prolifera la voracidad de empresarios que con tal de ganarse o ahorrarse un peso más, ponen en grave peligro a la gente. Esto se complementa con la mala actuación (o corrupción de plano) de las autoridades que en complicidad con estas personas permiten muchas veces que se viole la ley y los reglamentos establecidos.

Quizás el caso más evidente sea el de Altamira, municipio que crece de manera importante por la explosión demográfica del sur del estado y en donde más se construyen nuevas viviendas de interés social. Tan sólo en lo que va de este año se han hecho más de 5 mil casas, aunque pudieron ser el doble, si no fuera por la inseguridad, pero aún así  hay muchas empresas constructoras locales que siguen floreciendo a costillas incluso de la vida de quienes se atreven a comprar estas casas.

Son construcciones malas, hechas al "ahí se va", con un costo promedio de entre 170 y 200 mil pesos que un trabajador promedio termina por pagar en unos 20 años al infonavit. Ya la gente incluso se había acostumbrado a que les entregaran sus casas "nuevas" con grietas en las paredes, humedad en techos y paredes, filtraciones en los pisos y en general materiales de mala calidad. Ya se habían hecho a la idea de que son casas tan pequeñas (hasta las llaman "huevitos") que difícilmente cumplirían con las normas internacionales de habitación para un ser humano.

Incluso hay un fraccionamiento que ya está habitado por decenas de familias y ¡no tiene agua potable!... la constructora envía pipas con agua para rellenar cada mañana los tinacos. Otros fraccionamientos de plano se construyeron sobre lo que fueron lagunas o asentamientos de agua, lo que evidentemente los hace presa fácil de inundaciones en las primeras lluvias que se presentan. El problema es que ahora las casitas se están ¡incendiando!, ello debido a los malos materiales de construcción que se utilizaron en la introducción de su instalación eléctrica, lo que pone en un grave riesgo a las familias que ahí habitan, pues ya son varias las casas habitación que han terminado hechas cenizas por un cortocircuito. Esto es a todas luces una serie de violaciones a los reglamentos de construcción y de urbanización y surgen muchísimas preguntas, pero la más importante es: ¿en dónde está la labor de los peritos del Infonavit, del municipio y del estado?

Muchos de los casos han sido denunciados ante la Procuraduría Federal del Consumidor, pero o no han procedido, o simplemente las denuncias se ahogan en el mar de burocracia que significan las denuncias en los tribunales.

El problema es muy serio y la solución está en que los constructores hagan las casas como si ellos fueran a vivir en éstas y las autoridades no otorguen permisos de construcción en donde saben que habrá más temprano que tarde un conflicto que puede costar vidas. No me quiero ni imaginar.

UNA BUENA NOTICIA

Son pocas las buenas noticias que a veces se pueden comentar y el hecho de que la Facultad de Ingeniería de Tampico de la Universidad Autónoma de Tamaulipas organice una serie de actividades de vinculación, es de resaltarse. Primero con la conformación de un grupo que han llamado "Semilla" entre el estudiantado que busca arraigar los mejores valores entre los jóvenes universitarios, justo ahora que más se necesitan.

Y lo que me parece un paso muy importante: la conformación de un Consejo Consultivo de Vinculación que se encargará de asesorar a los directivos universitarios de su labor y sus acciones con la comunidad, una figura que muchos otros organismos públicos deberían adoptar en pro de la transparencia. Enhorabuena para el Ingeniero Roberto Pichardo Ramírez y su equipo de trabajo.

 

mariogamez@live.com.mx

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