"No seas tontita"

 "Es mejor ser hombre que mujer, porque hasta el hombre más miserable tiene una mujer a la cual mandar"

Isabel Allende, escritora chilena

 

Las relaciones entre hombres y mujeres se construyen en un nuevo paradigma: la de género, una herramienta que nos permite identificar y comprender las difencias en la vida de mujeres y hombres.
Para que exista un desarrollo equitativo y democrático de la sociedad es necesario que se eliminen los tratos discriminatorios contra cualquier grupo, en el caso específico de las mujeres, es ya un hecho reconocido que es necesaria la intervención de los gobiernos en todos sus niveles (federal, estatales y municipales) para lograr políticas públicas que tomen en cuenta las condicionantes culturales, económicas y sociopolíticas que favorecen la discriminación femenina, situación por demás evidente y a la que es necesario atender.
También es un hecho incuestionable quie la particiàción de las mujeres es fundamental en el desarrollo de las sociedades, en la vivencia de este paradigma, es indispensable generar las condiciones necesarias para que la equidad de género se convierta en uno de los puntales del desarrollo.
Hoy se celebra en todo el mundo el "Día Internacional de lucha contra la Violencia hacia las Mujeres" y desgraciadamente Tamaulipas es uno de los estados que mayor atraso presenta al respecto, pues según estadísticas oficiales sólo el 10% de los casos de abusos en cualquiera de sus formas (física, económica y psicológica) son denunciados.

Quisiera saber, por ejemplo, porque en nuestro estado no hay apoyos del Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas, que se supone que respalda a los estados del país con recursos para implementar y ejecutar programas de prevención de la violencia contra las mujeres.

Los estudios más avanzados en esta materia hablan de que la inseguridad y el desempleo son las mayores preocupaciones de las mujeres habitantes de municipios de la entidad, además de estar significativamente relegadas en materia de participación política, lo que se pudo confirmar en las pasadas elecciones del 4 de julio.

Por ello, las recomendaciones para atender esta problemática van encaminadas a acciones muy simples: talleres de autoempleo en su comunidad; implementación de programas de educación abierta de nivel bachillerato; apertura de centros comunitarios donde se impartieran los talleres; capacitación para los policías municipales para atender las solicitudes de auxilio sobre violencia intrafamiliar; implementación de jornadas de salud para la detección de cáncer cérvico uterino y de mama; promoción de centros de esparcimiento familiar; oferta de talleres de equidad género; entre otros.

Estos diagnósticos constituyen más que una herramienta, una evidencia de las enormes brechas que aún prevalecen y son presentados ante la comunidad, a través de los medios de comunicación, a fin de que se tomen cartas en el asunto.

La estrategia de llevar a la población información precisa sobre la prevención de la violencia de género debe ser siempre considerada por los diferentes programas de gobierno, ya que es un hecho que las acciones de los sistemas DIF o de las diferentes instituciones de ayuda a la mujer del estado, los municipios, los partidos políticos y los organismos civiles, resultan insuficientes.

Hay otros estados del país que han adoptado campañas completas de difusión y de concientización a las mujeres para que se atrevan a romper el silencio con frases fuertes como: “No seas tontita”, “Tu comida es asquerosa”, “¿Jefa tú?”, entre otras, que hablan justamente de llegar al punto de sembrar la cultura de la denuncia; pero en nuestro estado tal pareciera que no hay interés para incentivar estos programas y llegar a una solución de raíz basada en una educación justa, plural e incluyente.

 

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