La buena, es que ya se van

"La gente se acerca al circo a ver a un animal tan bueno como hostigado, que lidia con docenas de fieras disfrazadas de hombres"

Mariano José de Larra, Escritor español

 

Lo dijo y lo cumplió. Nadie puede culpar al diputado local panista de Tampico Jorge Alejandro Díaz Casillas, de que no cumple con su palabra. Ya desde los ancestrales pleitos que el panista sostenía con el presidente el PRI en el estado, había declarado que si éste llegaba a la mesa directiva la iba a hacer "la vida imposible", y así lo hizo ayer.

Resulta que Díaz Casillas asumió por un rato la secretaría de la mesa directiva que encabeza Ricardo Gamundi Rosas y durante la lectura de varios dictámenes por parte del legislador del tricolor, el diputado panista estuvo haciéndole gestos, mostrándole la lengua y hasta imitándolo; lo que provocó la risa de los legisladores que le festejaban al diputado sus bromas pesadas.

Es un vergüenza que un diputado local convierta un recinto tan serio, como lo es la Cámara de Diputados de Tamaulipas, en un circo de tres pistas y que con sus payasadas denigre (y se denigre) como legislador saliente de una legislatura de suyo pobre e improductiva.

Habría que recordar que ésta es la misma legislatura de Raúl Bocanegra, el diputado local del Verde que en plena emergencia por la influenza en el 2009, se colocó dos cubre bocas en el pecho, simulando un sostén en plena sesión del legislativo.

Es la misma legislatura del diputado panista Vicente Verástegui Ostos quien descaradamente bebía cerveza en plena sesión del Congreso estatal y que después provocó la reacción de la también diputada panista Leonor Sarre, que repartía a todos en el Congreso vasos con Té, tratando de justificar a su compañero de bancada.

Ahí quedarán las posturas en tribuna de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, las declaraciones del propio Gamundi, los panchos de Leonor Sarre y las radicales posturas de Diana Chavira, en los registros de una sexagésima legislatura que deshonró a los tamaulipecos por su pesada nómina, obeso gasto y pírricos resultados. Una pena por legisladores que ya tenían mucha experiencia, como el caso de Felipe Garza o de Guadalupe González Galván, porque simplemente no pudieron, no quisieron o no los dejaron demostrarla.

Aún así, todas estas acciones que hasta ahora han protagonizado los diputados, no llegan ni a los talones de la pasada legislatura cuando llegaron a los golpes y se convirtieron por ello en noticia internacional por la poca civilidad con que se tratan los temas políticos en el estado.

El hecho es que la llegada de nuevos legisladores, abra un nuevo panorama de cómo deben hacerse las cosas; ojalá que se pongan de acuerdo y que realmente saquen adelante cualquier cantidad de iniciativas que se quedarán en la congeladora de las diferentes comisiones y que simplemente dormirán el sueño de los justos.

Dentro de poco más de 50 días, un nuevo Congreso tomará protesta y la expectativa que han generado debe ser bien respondida por los legisladores con un trabajo impecable, en donde presuman una intensa agenda legislativa, un buen debate de las propuestas y que la grilla y las payasadas se queden a fuera.

ALTAMIRA PONE EL EJEMPLO

Terminar estas administraciones municipales no ha sido fácil pues les tocó sufrir de todo; desde la influenza, la inseguridad, los recortes, etc; pero aún así el alcalde de Altamira Héctor Villarreal, logró hacer un buen esfuerzo en materia de orden económico, lo que se nota con la deuda más baja del sur del estado para la próxima administración. Ahora sólo falta que las huestes del alcalde entrante, Pedro Carrillo hagan lo suyo y sean capaces de construir desde esa base.

 

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