CFE nos quiere ver la cara
"Cuando la estafa es enorme ya toma un nombre decente"
Ramón Pérez de Ayala
Me lo dice la gente que a través de sus correos electrónicos constantemente se quejan de las altas tarifas, de los engaños de los que son presa fácil de la paraestatal que simplemente corta el servicio si alguien no paga el recibo, no importa si éste no llegó al buzón o hay cargos injustos que difícilmente podría pagar una familia de escasos recursos.
Pero ahora el engaño excede los límites de la trampa y se convierte en un verdadero abuso, un atropello que nadie debe permitir. Vamos por partes; una cosa son las altas tarifas que injustamente ni los diputados ni las autoridades federales han sido capaces de reclasificar para que los tamaulipecos paguemos lo justo por la energía eléctrica que consumimos, ese es el primer gran tema. han pasado muchísimos años (más de una década al menos) en que los electores escuchamos las promesas de los candidatos que dicen que ellos sí podrán bajar las tarifas de luz, lo dicen quienes aspiran a cargos públicos a los que llegan gracias al voto y a la esperanza de quienes les depositan su confianza y el pago siempre es el mismo: total indiferencia, sean del partido que sean, simplemente no pueden con el paquete de la alta burocracia de este país que hace que las mismas personas que deciden si se deben o no abrir las compuertas de una presa, sean quienes digan si es necesario o no reclasificar una tarifa eléctrica.
Pero hay muchos temas más; la controversia por la publicidad que se entrega casa por casa en cada uno de los millones de hogares de Tamaulipas en los recibos, de la que no sabemos quien se beneficia, por ejemplo.
Y aún peor: el "Monedero Electrónico", que según la CFE se trata de un instrumento para que la gente ahorre al adquirir artículos para el hogar o de consumo, al recibir "puntos" que son abonados al recibo de luz.
Una operación que requirió definitivamente de contratos, de los que tampoco sabemos nada de a quién se benefició o si se trata de más recursos que entraron a las arcas de la federación por parte de los comerciantes.
Pero lo más extraordinario de todo es un caso del que tuve conocimiento hace tiempo y que me dejó perplejo por la voracidad con la que la Comisión Federal de Electricidad se comportó perjudicando vilmente a los que menos tienen y más necesitan.
Me explico: resulta que en un estado del centro del país, se aplicó el famoso "Monedero Electrónico", con el mismo "gancho" de que es "gratis" y que al hacer uso del mismo se ahorraría en el consumo de la energía eléctrica, pero con un pequeño detalle: vendían un seguro de vida ¡que nadie pidió!.
¿Acaso el consumidor tenía la opción de desecharlo?...sí, por supuesto, pero para ello debía no usar para nada el dichoso monedero, pues al hacerlo, la empresa aseguradora daba por hecho que aceptaba los términos del contrato y, ¿usted que cree?...pues claro, que al tercer recibo se empieza a cobrar el seguro a través del recibo de la luz.
Es decir que la contratación de un seguro que nadie pidió se lo cobran "a lo chino" y después resulta muy complicado quitárselo pues ya se "contrató" al hacer uso del mecanismo. Es verdaderamente un vil engaño, muy al estilo de la "letra chiquita" de los contratos de créditos bancarios en donde le cobran a uno hasta la camisa.
No cabe duda que la Comisión Federal de Electricidad se ha convertido en un corporativo "de clase mundial", que poco tiene que ver con ser un respaldo social para la comunidad o ayudar a los más necesitados, por el contrario, lejos de ser un ente gubernamental con propósitos sociales, más bien parece un voraz recaudador.
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