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¡Imagínese!

Los extremos de Altamira

"A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad".

Víctor Hugo, Novelista Francés.

 

El puerto de Altamira es uno de los más importantes del país, que además resulta un gran valor agregado para el corredor industrial que produce Hule Sintético, Ácido Tereftalático, Bióxido de Titanio, Copolímeros, Resinas, Poliestireno, Polipropileno y PVC; además de los servicios portuarios y de generación de energía (se produce en este municipio el 12% del total de la energía eléctrica del país). 

Desde su modernísima industria en cuyas 25 plantas hay capitales norteamericano, español, italiano, francés, alemán, de la India, Colombia, Arabia Saudita, Corea, Inglaterra y por supuesto México, que exportan la mitad de su producción a más de 55 países de todo el mundo.

Es una historia de éxito que inauguró la empresa Dupont en 1960 con la instalación de su primera planta de pigmento químico, materia prima para la elaboración de pinturas en lo que inicialmente se llamó "Campo Tamaulipas". Hoy en día Dupont tiene ganancias anuales por más de 240 millones de dólares.

Se trata de una plataforma de primer mundo en donde además de todas estas naciones, conviven profesionistas y ejecutivos de todas partes de mundo, pues es Altamira el referente en materia industrial.

Sin embargo, todo este primer mundo está más que alejado de la realidad de la gente de este municipio. La realidad es que ninguno de los niveles de gobierno ha sabido llevar este progreso a la gente del pueblo, que hoy en día se disputa tierras a golpes... literalmente.

Apenas ayer se realizó una manifestación frente al vetusto palacio municipal en la que un grupo de mujeres exigen justicia por haber sido golpeadas por una lideresa que aún controla el relleno con materiales de terrenos blandos.

En la política no hay muchas mejores noticias, pues los cacicazgos que han establecido los diferentes grupos políticos tomando a los partidos cual si fueran franquicias, están muy lejos de llevar beneficio a la gente que más lo requiere y con urgencia, pues los niveles de pobreza más altos de la región, están a unos cuantos metros de donde industriales nacionales y extranjeros ganan millones de dólares.

El reto no es menor. Se trata de equilibrar las cosas, capacitar a la gente para que, lejos de ser una carga o un riesgo para la industria, se complemente con las necesidades urbanas o de otro tipo de las industrias.

Quizás el mejor ejemplo sea la otra industria, la llamada industria sin chimeneas, el turismo que, al igual que el corredor industrial de Altamira, genera también miles de millones de dólares en donde sus complejos se han combinado con los habitantes del lugar, que son quienes les ofrecen los servicios y para ello se han capacitado.

En mi opinión no está muy distante un primer mundo del pueblo de Altamira si se quieren hacer bien las cosas, si hay voluntad política, si hay buenas relaciones y se ofrece un crecimiento que la gente de Altamira se merece ancestralmente.

 

SIN DEFENSA ALGUNA

Agradezco la comunicación de un amable lector, el señor Ruiz, que comentaba el estado de indefensión en el que viven muchos ciudadanos en el estado, por la incapacidad de nuestras corporaciones policiales de ofrecernos seguridad, un sentimiento que compartimos no sólo los tamaulipecos, sino todos los mexicanos en este momento. Coincido con esta persona que me habla de que tan sólo basta con salir a la calle para darnos cuenta de que nadie cuida a los ciudadanos y compartí con él su postura del reto que tendrán en sus manos las nuevas autoridades electas; así como los mejores deseos de que esta situación termine, y pronto.

 

mariogamez@live.com.mx

http://mariogamez.blogia.com

 

 

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