Ayuda, sin lucro

 

"Aquel que no usa su moralidad sino como si fuera su mejor ropaje, estaría mejor desnudo".

Khalil Gibrán, Ensayista, novelista y poeta libanés.

 

Vaya lección que nos ha venido a traer un pequeño huracán que apenas llegó a categoría dos y que cobró algunas vidas, pero logró hacer más daño que un ciclón categoría cinco que golpeara de lleno a nuestro estado: cien mil damnificados, según las estimaciones de Protección Civil dejó "Alex" a Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, y las pérdidas son multimillonarias y sería imposible que se cubrieran de la noche a la mañana.

A esto agréguele usted la negligencia, corrupción, burocracia y las clásicas malas mañas que caracterizan a nuestras autoridades, llámese como se llamen o respondan a los intereses y colores que guste usted.

En realidad pareciera muy poco que Tamaulipas tenga afectaciones por 1,084 Millones de pesos, una cantidad similar a la del estado de Coahuila, comparadas ambas con los 10 mil millones de pesos con los que "Alex" le arrancó de golpe y porrazo una buena parte de la infraestructura urbana de Nuevo León, particularmente de Monterrey y su área metropolitana.

Ayer leía declaraciones del director del Consejo Estatal de Población, que hablaba de que 850 mil tamaulipecos viven en un grave y constante riesgo de inundaciones en 15 municipios del estado: Aldama. Antiguo Morelos, Xicoténcatl, Altamira, Tampico, Mante, Victoria, Abasolo, San Fernando, Soto la Marina, Matamoros, Reynosa, Miguel Alemán y Nuevo Laredo, en 625 colonias, comunidades y ejidos.

Hace unos días en este mismo espacio, hablaba de cómo hemos ignorado a la naturaleza y sus gritos, de la negligencia de empresarios que poco les importa construir en los cauces del agua, de la mano de la grave corrupción que así lo permiten, autorizan y cobran su respectiva "mochada" por callarse la boca y poner miles de vidas en peligro de muerte.

A esta receta agréguele usted un ingrediente más: el populismo de medidas engañosas para hacernos creer que el gobierno actúa con prontitud, eficacia y eficiencia y que destina de inmediato recursos para solventar la tragedia, ayudar a los que menos tienen y dar la imagen de que están con los que han caído en desgracia.

Ojalá que realmente los apoyos fiscales que ha ordenado mediante un decreto el presidente de la República sean una realidad tangible; ojalá que a los afectados les favorezca que los eximan de pago de impuestos y a los empresarios les deduzcan sus donativos. Esperemos que no sea todo una gran cortina de humo para que el gobierno federal no saque su "guardadito" de más de seis mil millones de pesos que hay en las reservas nacionales, o los tres mil quinientos millones de pesos que hay tan sólo en el Fondo Nacional de Desastres Naturales.

Más aún, cuando el país ha sufrido incalculables pérdidas económicas por los más de 11 mil tráileres que diariamente se quedaron varados en las carreteras con rumbo a los puentes internacionales cargados con mercancías no han podido circular ni hacia ni desde Estados Unidos.

Es evidente que no hay recurso que alcance a cubrir la magnitud de este desastre, como lo demuestran los números ya expuestos, que abarcan 106 municipios del país; 40 de Nuevo León, 38 de Coahuila y 28 de Tamaulipas (según los gobernadores) pero vale la pena que el gobierno federal realmente aplique los recursos en donde se debe y no salga con otra pifia como la que hizo Felipe Calderón en campaña queriendo impresionar con la supuesta derogación de la tenencia y que los gobernadores también sean muy transparentes en la aplicación de ayuda a estos damnificados de todos estos municipios. Ojalá.

 

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