Egidio y Calderón

“Las ideologías nos separan, los sueños y la angustia nos unen”

Eugene Lonesco, Dramaturgo francés.

 

El gobernador electo Egidio Torre Cantú se encontró frente a frente con el presidente Felipe Calderón en la residencia oficial de Los Pinos, en medio de un ambiente de cordialidad...y de tensión. Aunque evidentemente a la prensa se informó sólo lo indispensable del encuentro, no se revelaron los temas de los que hablaron en corto el próximo mandatario estatal y el presidente de la República.

Es evidente que el tema de la inseguridad no pudo estar ausente, como tampoco la investigación de la muerte de Rodolfo Torre Cantú, cuya investigación la atrajo la Procuraduría General de la República y desde que se encontraron las camionetas de quienes perpetraron el infame crimen, hasta ahora poco o nada se ha sabido del avance de las indagatorias.

No es para nada, un buen augurio que un gobernador electo hable en privado con el presidente, sino, que lo diga César Duarte, el gobernador electo de Chihuahua que apenas salió de Los Pinos en donde habló con Calderón sobre el operativo Juárez, cuando a pocas horas su sobrino y ahijado estaba muerto por quienes intentaron secuestrarlo. No es nada fácil la tarea que enfrentarán Felipe Calderón y Egidio Torre, más aún cuando el estado sufre cada vez más de la herida abierta que significa la batalla que se vive diariamente en sus calles en todo el territorio estatal.

Un dato interesante es que durante el encuentro estuvo en algún momento presente el recién estrenado Secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, de quien se dice logró buenos avances contra la delincuencia en Baja California y hasta le transformó la faz a Tijuana, de lo que históricamente representaba como una ciudad violenta.

Se trata de un encuentro inédito e inimaginable hace apenas unas semanas, de un presidente que va de salida, con un enorme lío por la sucesión encima, junto a un secretario neófito en temas nacionales y un gobernador entrante cuya aparición en la política estatal fue abrupta, por las razones que todos conocemos.

A Calderón le ha funcionado el asunto de las alianzas a grado tal que envió a su secretario general (o presidente del partido, como usted lo quiera llamar) César Nava Vázquez a negociar la agenda legislativa y de los estados que gobernarán en conjunto PAN y PRD. Sigue el presidente con la casaca de jefe de su partido y no se ha olvidado de sus amigos, entre quienes se cuenta el nuevo inquilino de Bucareli, con quien compartió bancada en la cámara baja cuando ambos eran diputados junto a otro connotado tamaulipeco: Eugenio Hernández Flores.

LA ALIANZA PAN-PRD EN MADERO

Ahora que se han puesto de moda las coaliciones entre el PRD y el PAN para vencer al PRI en las elecciones, recordé el caso de Ciudad Madero, en donde estos partidos, se lograron aliar con un candidato en común: Alfredo Pliego Aldana, con el que lograron derrotar al PRI y demostrar que a pesar de que ya estaba preso, Joaquín Hernández Galicia "La Quina" aún mandaba con su cacicazgo en el pueblo.

La realidad es que la legislación electoral de nuestro estado, no permitió que el PAN y el PRD se aliaran para hacerle frente al PRI en las elecciones del 4 de julio; aunque a decir verdad, sería casi imposible una alianza de esa naturaleza con Jorge Mario Sosa Pohl al frente del partido del sol azteca, quien ha vendido y muy cara la pírrica actuación de su partido en el proceso que recién terminó. Para nadie es un secreto, pues los propios perredistas cuentan abiertamente que fueron esquiroles del PRI y que en muy pocos frentes dieron realmente batalla al tricolor.

 

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