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¡Imagínese!

Diputados a dieta

“La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”

Eduardo Galeano, escritor uruguayo

Mientras la cara de la pobreza se asoma cada vez con mayor frecuencia a muchos hogares de Tamaulipas, los legisladores, quienes tienen en sus manos la oportunidad de cambiar la pobreza por mejores opciones, tratan de predicar con el ejemplo.

Por lo pronto ya anunciaron que se están ajustando el cinturón y que gastarán menos en cosas en las que ni siquiera debieron haber gastado nunca, como los famosos fistoles de oro en los que se gastaban más de 2 millones de pesos al año, o los 75 mil pesos que cada legislador recibía para “gastos médicos menores”.

Quizá el antecedente que mejor ejemplifica esto sea la actitud de aquel diputado panista que al finalizar su período regresó al erario un millón de pesos en viáticos que nunca utilizó y aunque su intención fue buena, se convirtió en la excepción que confirma la regla de que nuestros funcionarios se clavan toda la lana que pueden y por los medios que sean. ¿Quién nos garantiza, por ejemplo que detrás de la postura de algunos diputados priistas de que no se acepte el nuevo impuesto a la cerveza estarían los intereses y el juego de corrupción que desde siempre han caracterizado a nuestros políticos?

Tampoco es muy alentador que nuestros legisladores locales (que ganan 72 mil pesos mensuales) discutan en un marco de propuestas y contrapropuestas fallidas que simplemente no se concretan.

Si los panistas en el Congreso de Tamaulipas proponen reducir los presupuestos de los partidos políticos y el salario de los propios diputados locales en un diez por ciento, los priistas responden que son propuestas intrascendentes y que cuando propusieron la reelección de alcaldes y diputados, además de la misma reducción presupuestal de los partidos, fueron los panistas quienes no lo aceptaron.

El Congreso de Tamaulipas se gasta cada año más de 78 millones de pesos, la mayoría en el pago de salarios de los legisladores y el personal, pero está muy claro que además de bajarse el sueldo, los diputados deben concientizarse de la situación financiera de Tamaulipas y canalizar sus propios ahorros hacia una pobreza que avergüenza a cualquier pueblo.

Pero resulta estéril el debate si no hay acuerdos, si no hay consensos, difícilmente se podría alcanzar la unanimidad que todos necesitamos para salir de esta crisis y darle un nuevo rostro a la política, pero para que esto resulte, los políticos son quienes deben cambiar y no sólo presumir que ya son otros.

 

mariogamez@live.com.mx

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