Chelas, botana y aviones
“No sabe más el que más cosas sabe, sino el que sabe las que más importan”
Bernardino Rebolledo, poeta español
Cubrir el “boquete” económico por casi 400 mil millones de pesos del erario federal para el 2010, les está resultando a los diputados, más complicado que descifrar jeroglíficos egipcios.
Basta ver las propuestas y contrapropuestas que se hacen en el poder legislativo, para darse una idea de que muchos de los diputados no tienen ni la más remota proporción del tamaño del problema (aunque hay -eso sí- muy buenas ideas).
El PRD por ser la principal oposición parece el más obligado y las propuestas van desde gravar las inversiones mexicanas bursátiles en el extranjero, hasta cargar con impuestos para la comida chatarra y los productos “milagrosos” para adelgazar.
Otros legisladores, incluso del PRI han exigido que no se aplique el impuesto a la cerveza, ya que de ser así, estas bebidas llegarían a tener casi el 50 por ciento de su costo solamente de carga impositiva.
Y la argumentación parece realmente sólida; que si los capitales se van fuera del país sin pagar por ello, que si la mitad de los mexicanos padecen (padecemos) sobrepeso, que si al gravar las chelas se les pega a los más pobres, etc.
Ya antes la industria cervecera nacional amenazó con dejar de invertir 1,200 millones de dólares en dos plantas nuevas que se construyen en el norte del país, si se aplica este impuesto en particular, ya que por la recesión no podrán financiar nuevos proyectos.
Los panistas respaldan el proyecto original del presidente Felipe Calderón de aplicar un 2 por ciento de impuesto generalizado a todos los bienes y servicios, lo que ha sido llamado un IVA “disfrazado”.
Y el PRD en conjunto propuso vender más caro el petróleo y el incremento de la deuda pública en 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto. La fracción priista por su parte estaría por anunciar su propuesta en la que se contempla la eliminación del 2 por ciento y el incremento de la deuda.
Hasta Andrés Manuel López Obrador lanzó ya su propia propuesta (que respaldarán los diputados del Frente Amplio Progresista) en la que exige que desaparezca la flotilla de aviones del Estado Mayor Presidencial y que los burócratas viajen por carretera o en líneas aéreas comerciales.
El caso es que el famoso “plan B” a la propuesta original del paquete fiscal de la federación, lejos de concretarse y de construirse en consensos, pareciera que cada vez está más lejano y el fin de año cada vez más cerca.
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