El buen juez
“El fuero para el gran ladrón,
la cárcel para el que roba un pan”
Pablo Neruda, poeta chileno
Hace unos días conversé con el analista económico Leo Zuckerman, sobre el debate en torno al paquete económico para el 2010 que el presidente Felipe Calderón envió al Congreso, un paquete que calificó de “duro y doloroso…pero peor es no hacer nada”.
Piensa que la solución a la crisis económica no está en el gobierno, sino en la iniciativa privada, pero más allá de esto, la discusión de si el país debe tener más deuda y menos impuestos se prolongará hasta el año próximo; es decir, dentro de un año seguiremos debatiendo exactamente lo mismo.
A este debate que ahora mete ruido la industria cervecera nacional, se suma la amenaza de retirar las inversiones que se pudieran dar si los legisladores autorizan el aumento propuesto de un once por ciento al alcohol. Femsa ya anunció que por lo pronto se congelarían los 1,200 millones de dólares que se invertirían en Coahuila y Chihuahua, lo que para los empresarios de estos estados sería devastador.
La postura de Josefina Vázquez Mota desde su tribuna en el Congreso de tomar “decisiones responsables”, ante el “Cambio de época que vive el país”, suena hueca si desde Los Pinos no se toma en serio esta responsabilidad.
Para la gran mayoría de los analistas la propuesta de Felipe Calderón es una salida fácil, pues si bien propone aumentar impuestos, el esfuerzo que hará con el recorte estimado en los diez mil burócratas, no parece suficiente; mucho menos si (como se ha reportado en diferentes informes periodísticos) hasta ahora el sexenio de Calderón tiene más de 147 mil plazas nuevas, la gran mayoría de funcionarios de primero y segundo nivel, lo que ha disparado el gasto público en los últimos tres años.
Zuckerman comentaba que mientras que México recauda sólo el diez por ciento de su Producto Interno Bruto, sólo Guatemala cobra menos impuestos en toda Latinoamérica, por lo que la solución en definitiva es esa: aumentar impuestos, bajar el gasto público y aumentar la deuda, es decir lo que ya ha propuesto Calderón.
Mientras que para el analista el PRI y el PRD tratarán de aumentar la deuda y el PAN se irá a defender el paquete del presidente, otros periodistas opinan que la presión vendrá de los gobernadores para mantener privilegios y los empresarios opinan que no hay un esfuerzo suficiente por parte del gobierno
En medio de todo este escenario, es prácticamente imposible planear, por lo que no se puede culpar al secretario de obras públicas de Tamaulipas, Alberto Berlanga Bolado si el Plan Estatal de Infraestructura que tanto ha impulsado el gobernador Eugenio Hernández Flores, se ha estancado a la mitad del camino.
Con los proyectos a la mitad y las inversiones en riesgo, el gobierno federal debería primero juzgarse a sí mismo antes de ajustar más el cinturón a los de siempre.
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