Rendir cuentas
“Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad”
Lucio Anneo Séneca, filósofo latino
El fin de semana pasado tuve la oportunidad de realizar una entrevista con la fundadora del Instituto Federal de Acceso a la Información, María Marván Laborde, quien asistió a Chihuahua con motivo de la Séptima Bienal Iberoamericana de la Comunicación que se realiza en este estado.
Con la claridad y la solvencia moral que caracterizan a la doctora Marván, no fue difícil que hablara del talón de Aquiles de la transparencia en México, y fue aquí en donde justamente puso el dedo en la llaga; es indispensable modificar la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información, para que cada entidad que deba rendir cuentas lo haga de una manera segura, confiable y consistente.
Me dijo que está probado en México y en todo el mundo que lo que mejor resulta es la creación de organismos autónomos que puedan realizar una labor de supervisión y ofrecer un informe imparcial de las entidades públicas.
La creadora del IFAI comentó que lo que más urge es hacer esto con los poderes legislativo y judicial; conocer en qué se gastan los diputados los viáticos que reciben, por ejemplo, si hacen erogaciones (como la que hicieron en esta nueva legislatura federal de más de dos millones de pesos en fistoles de oro) en medio de la crisis económica y el llamado unánime de la ciudadanía a sus autoridades a ajustarse el cinturón. Con el poder judicial es indispensable conocer la nómina de magistrados y jueces, que pudiera ser clave en una buena tajada del pastel del combate a la corrupción y la impunidad. Que sean organismos autónomos los que revisen también a la Comisión nacional de los Derechos Humanos y a las comisiones estatales, para garantizar su imparcialidad y buen juicio en las demandas ciudadanas.
Y no menos importante, que también este tipo de organismos creados no por entidades de gobierno ni partidos políticos, sino por la propia ciudadanía, se encarguen de auditar los recursos de las universidades públicas, que año con año reciben miles de millones de pesos de los presupuestos federal y estatales.
En medio de tales afirmaciones, no pude evitar ver las declaraciones de dirigentes del PT y PAN cuando llamaron al Instituto de Transparencia y Acceso a la Información de Tamaulipas un “elefante blanco”, ya que no ha respondido a la expectativa que se generó en torno a su función.
Tal vez este tipo de entidades funcionarían mejor, incluso para los partidos, si fueran utilizados con mayor regularidad, pero la experiencia en el estado, es que el Instituto prácticamente no recibe solicitudes de información.
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