Retirada
“El que se ve en una situación peligrosa piensa con las piernas”
Ambrose Bierce, escritor estadounidense
La reubicación de familias de sectores bajos de Tampico, ha sido siempre el talón de Aquiles de los alcaldes de la ciudad. Quizá el primero que lo logró con éxito fue Fernando Azcárraga López, que durante su primera administración, logró sacar de la rivera del Tamesí a decenas de familias que se constituyeron como los fundadores de la colonia “Nuevo Amanecer” y dejaron de vivir con el Jesús en la boca con cada lluvia torrencial o con cada creciente del río.
Al poco tiempo un grupo de familias azuzadas por un grupo de dirigentes de colonos se fueron a invadir los terrenos federales en la franja de tierra entre la Laguna del Chairel y el Canal del Zapote, lo que después se constituyó como la colonia “Mano con mano”, con lo que se quisieron ganar al entonces gobernador Manuel Cavazos Lerma, utilizando el lema de su administración.
A pesar de que la Comisión Nacional del Agua ha repetido hasta el cansancio el grave riesgo en el que viven estas familias, la necedad de los invasores de estos predios de propiedad federal, ha provocado que se enquisten en estos predios y que sigan poniendo en riesgo mortal a sus propias familias.
Es por ello que toma buen mérito la negociación del gobierno del estado y del alcalde Oscar Pérez Inguanzo para sacar de ahí lo más pronto posible a esta gente, ofreciéndole a cambio un patrimonio seguro.
Viviendas con todos los servicios públicos, con la seguridad de escrituración y lo más importante: un proyecto para que ellos mismos se paguen su casa, sin que el gobierno les regale absolutamente nada.
El mensaje que se envía es claro; si alguien quiere invadir un predio que no es suyo, se arriesga a ser desalojado por la fuerza pública; lejos de obtener de forma gratuita lo que el gobierno no está en condiciones de ofrecer.
Ahora las familias reubicadas cuentan no sólo con un patrimonio firme, sino también que participan de una bolsa de trabajo en el municipio de Altamira, para que accedan a una fuente de empleo.
Lástima por los que aún decidieron quedarse en estos predios que son federales, que están en grave peligro de inundaciones o crecidas de los ríos, y que además violan la ley, por lo que pueden ser sacados de ahí por la fuerza en cualquier momento.
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