Estancado, el proyecto Tamesí
Mario Alberto Gámez
“No puede conseguirse un progreso verdadero
con el ideal de facilitar las cosas”
Hermann Keyserling, filósofo y científico alemán
El proyecto Tamesí parece ser una obra a la que las diferentes instancias de gobierno le vienen sacando la vuelta por su magnitud, complejidad y principalmente por su costo.
Claro que la presión social en medio de muy serias inundaciones es diferente y en aquella ocasión hasta el presidente Felipe Calderón dijo aquí en Tampico que a pesar de que el gobierno federal “no tiene recursos ilimitados” le entraría al toro por los cuernos y se iniciaría con la obra, pero no será así.
Al menos no en el 2009, ya que la situación financiera ha reducido todos los presupuestos y ha puesto en jaque a los grandes proyectos como éste, a un grado tal de que ni siquiera se contemple poner piedra sobre piedra para este año.
Tal parece que muy a fuerza se pudo “colar” un presupuesto por allá en el rubro de la agricultura de 50 millones de pesos apenas para terminar con el proyecto ejecutivo.
Está claro que ni Felipe Calderón ni Eugenio Hernández tienen en la bolsa 7 mil millone de pesos para realizar esta obra, pero lo que no se vale es que tampoco la inicien por lo menos.
No se vale que haya legisladores federales tamaulipecos que ni enterados estén del proyecto y no lo impulsen, fue así que no se contemplaron los 400 millones de pesos necesarios para la construcción de bordos de protección en Tampico, ni tampoco los 100 millones de pesos que se requerían para indemnizar a los propietarios de los predios por donde saldrá el canal de desfogue del sistema lagunario del Tamesí al mar en el municipio de Altamira.
Ojalá que los políticos no estén pensando en que ya van de salida y no alcanzarán a presumir el proyecto terminado y realmente procuren el beneficio de la zona; la voluntad política, se vería si el gobernador de Tamaulipas y el presidente de la República se unen para evitar una calamidad que podría cobrar muchas vidas y dejar daños multimillonarios.
No habrá pues avances y el riesgo, siempre latente de que la zona sufra el embate de un huracán o de otra gran inundación permanecerá ahí, junto a la lección aprendida de Tabasco…¡imagínese!
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