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¡Imagínese!

Los Vende-plazas

Mario Alberto Gámez

 

Para que triunfe el mal, sólo es necesario que

 los buenos no hagan nada”


Edmund Burke, Político y escritor irlandés

 

La venta de plazas del magisterio que ha quedado al descubierto en todo Tamaulipas, ha destapado la corrupción que a muy diferentes niveles de la Secretaría de Educación existe y que quedó demostrado con el tráfico de documentación oficial con sellos y firmas de quienes se han prestado para hacer negocio con la necesidad de mucha gente.

 

Es una vergüenza que aún existan “funcionarios públicos” que se presten para este tipo de triquiñuelas que se hacen aprovechando la necesidad de mucha gente de obtener una plaza para trabajar en el sistema administrativo o magisterial en Tamaulipas.

 

Los casos que en MILENIO Diario de Tampico hemos dado cuenta, hablan con denuncias penales en la mano de una corrupción inusitada que incluso ha obligado a la Secretaría de Educación en Tamaulipas que encabeza José Manuel Assad Montelongo a emitir un comunicado en donde se va a crear un plan, una estrategia para “blindar” la papelería oficial de esta dependencia con el único fin de evitar este tipo de fraudes.

 

Esta red de complicidades que involucra a funcionarios de varios niveles y a gente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación funciona gracias a que hay aún gente muy incauta que se deja engañar con el ofrecimiento de este tipo de plazas que prometen un futuro prometedor con base en un empleo estable…pero no es así.

 

Son lobos con piel de corderos que una vez que obtienen la cifra solicitada (y muchas veces sólo una parte) desaparecen y no vuelven a dar la cara. Lo que molesta aún más es toda la red de autoprotección que existe entre los mismos maestros: directores de escuelas, supervisores escolares, maestros compañeros de trabajo, líderes sindicales, autoridades de todos los niveles en fin, todos con el doble discurso (y doble moral) de que está muy mal que hayan defraudado gente inocente, pero que es un problema que deben enfrentar solos con la justicia.

 

¿Y que pasa si no es así?, ¿que pasa si todas estas personas en lugar de esconder a los responsables dan la cara y denuncian lo que saben?, ¿porqué proteger a delincuentes y seguir trabajando con ellos codo a codo?, ¿son ellos los que frente a un aula están encargados de inculcar los valores a nuestros hijos?...¡imagínese!

mario.gamez@milenio.com

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