Valores
“La televisión destruye sistemáticamente la diferencia entre lo normal y lo anormal, porque en sus parámetros lo normal carece en sí de interés suficiente y siempre habrá entonces que enfrentarlo a una alternativa. Su criterio no es la difusión de los valores y los principios sino el provocar el mayor impacto”
Robert Spaemann, filósofo alemán
Mario Alberto Gámez
Conversar con la jurista Amparo Castillo Reyes, durante el programa de CAMBIOS que transmitió Multimedios Televisión el domingo por la noche fue toda una cátedra de la raíz de muchos de los problemas que enfrenta la sociedad actual.
No se trata sólo de valores, sino de una descomposición completa de cómo los padres de hoy forman a los padres del mañana, en medio de comodidades, del inequívoco cumplimiento de caprichos y de la ausencia de las figuras de autoridad.
En un hogar “promedio”, papá y mamá trabajan y son abuelos, tíos, nanas o empleados quienes cuidan a los hijos, que claro, obtienen muy fácilmente casi todo lo que desean de los padres, que con tal de que no se vayan los hijos del hogar, cuando ya son adolescentes les permiten las fiestas a deshoras, el cigarro, el alcohol y hasta las relaciones sexuales.
Se trata de un gravísimo problema que se refleja en estadísticas, en números en donde se incrementan los accidentes en menores de edad (que ya manejan sin restricción ni lincha alguna), la mayoría de las veces con el factor del alcohol de por medio.
Aumentan también los embarazos no deseados entre las adolescentes que desde los doce años ya presentan los problemas de embarazos no deseados por el abuso de las relaciones sexuales inadecuadas y con la promiscuidad, los casos de Sida.
Sin valores, sin figuras de autoridad, con una excesivo bombardeo mediático de cualquier cosa por la Internet, los chavos son campo de cultivo para el delito, y si a esto se le suma que las nuevas leyes cambiaron la edad penal nuevamente a los 18 años, pues con mayor razón esos jovencitos sin ningún ejemplo de por medio ni héroes, ni figuras a seguir, se irán con la mano en la cintura a delinquir.
Es aquí en donde los legisladores deben intervenir para analizar la Ley de Justicia para Adolescentes, y evitar que casos muy serios como algunos que se presentan en Tampico. Ejemplo de ello es el que me platicaba el delegado de la Procuraduría de Justicia en la zona, Enrique Aragón, de un jovencito, casi niño de apenas trece años de edad que ya estaba acusado de violación…¿es ese el destino que quiere usted para sus hijos?…¡imagínese!
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