Indolencia gubernamental
Mario A. Gámez
“Las tragedias de los otros son siempre
una banalidad exasperante”
Oscar Wilde, dramaturgo irlandés
Una familia corre presurosa bajo el pertinaz aguacero esa tormentosa noche, padres e hija vienen de una reunión familiar de fin de semana y de repente, la pequeñita niña de sólo cinco años de edad y su padre de 36, caen en una trampa mortal: una alcantarilla abierta, invisible por el nivel del agua sobre la banqueta.
No pueden existir muertes más absurdas que éstas, las autoridades del gobierno del estado y de los municipios conurbados, conocen muy bien la problemática de la zona en temporada de lluvias y simplemente no se vale que vengan a caminar entre las colonias inundadas y con el agua hasta las rodillas pretendan hacer creer a la gente que están haciendo algo para solucionar el problema. Ojalá todo quedara en un colchón mojado y una gripa, pero esta grave problemática ha cobrado ya tres vidas humanas en sólo unas cuantas horas al primer aguacero que se presenta.
Si ya en el 2007 vivimos la tragedia de las inundaciones, las avenidas y los desbordamientos de ríos y lagunas, es importantísimo que se apliquen las soluciones de fondo, en lugar de ponerse las botas de hule y esperar que no salga un cocodrilo de las lagunas aledañas.
Con qué frialdad va la Comapa a colocar una cinta roja con la leyenda “Peligro” en el sitio en el que perdieron la vida este padre de familia y su hija, tan sólo para hacer valer el refrán “ahogado el niño, a tapar el pozo”.
Se conocen las soluciones de fondo, pero no se aplican, desde el 2007 se sabía de la urgencia de los proyectos hidráulicos, de canales pluviales y la necesidad de adquirir bombas de agua, ¿porqué echar por la borda un proyecto ya armado y aprobado por la cámara de diputados de 172.5 millones de pesos?, ¿por qué cambió la “administración”?
El gobernador Eugenio Hernández Flores se ha regodeado de anunciar el gran proyecto Tamesí, pero no se ha realizado ni siquiera el proyecto de planeación y a él sólo le quedan un par de años para una inversión de esa naturaleza y una obra de ese tamaño, obviamente no la inauguraría. ¿Porqué no hay autoridades federales en la zona?; es increíble que la federación envíe al delegado de la Semarnat para plantar un árbol junto al gobernador y no se envíe a un funcionario de quinta a ver siquiera a la gente que muere ahogada en su mismísima banqueta.
Casi todos los medios de comunicación denunciamos la porquería que hay en los canales pluviales ante la inminente temporada de lluvias, y ahora vemos a los trabajadores de la Comapa con el agua hasta el cuello retirando la basura de ellos.
Sillones, colchones, maleza, animales muertos, toneladas de basura invaden los canales pluviales a cielo abierto y ni siquiera el vecino de enfrente hace algo por evitarlo, es sí un gravísimo problema cultural, pero también de la autoridad que no aplica multas para impedirlo.
Ya el estado ha anunciado más de mil millones de pesos en recursos propios para obras de infraestructura en la zona conurbada, más de 600 millones de pesos para obras de canales pluviales y créame que no tarda en anunciar que la región es “zona de desastre”, con lo que podrán acceder a recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales…¿en donde están esos recursos?, ¿cuántas vidas más cobrará la negligencia de nuestras autoridades?...¡imagínese!
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