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¡Imagínese!

Nuestro porvenir

 Mario Alberto Gámez  

“Esta es la primera época que ha prestado

mucha atención al futuro, lo cual no deja de ser irónico, 

ya que tal vez no tengamos ninguno”

Arthur C. Clarke, Escritor Inglés

Prácticamente cualquiera sabe que ya no hay territorios en Tampico y Madero hacia donde crecer. El crecimiento natural es, en definitiva hacia Altamira, cuya extensión territorial es tan grande como sus problemas de décadas y décadas de contaminación. Hace unos días el alcalde Juvenal Hernández Llanos manifestó su inconformidad porque Petróleos Mexicanos no permitió a la Universidad Autónoma de Tamaulipas hacer estudios y trabajos para la remediación de los suelos contaminados con hidrocarburos por las fallas en los ductos. 

Ello hizo sospechar de la empresa que fue contratada por la paraestatal para hacer este trabajo: Lico Ambiental, S.A. En una investigación de MILENIO Diario de Tampico publicó en estas páginas, se descubrió que Lico Ambiental es una empresa tabasqueña, cuyos trabajos de remediación fueron cuestionados en los estados de Tabasco y Veracruz, en donde hay hasta denuncias penales por daño ecológico en Coatzacoalcos. 

Al ir más a fondo sobre qué autoridad debe supervisar que una empresa denunciada por daño ecológico trabaje paradójicamente en la remediación de suelos dañados, los reporteros de este medio entraron en un “carrusel” de burocracia sin fin: Para Pemex es suficiente que la empresa tenga permiso de la Semarnat para operar; para la Semarnat, debe ser la Profepa quien vigile que haga bien su trabajo y no tenga malos antecedentes; y peor aún, para la Profepa no deben ser ellos, sino la Semarnat quien vigile a Lico Ambiental y a todas las empresas que se dedican a esta actividad. 

Y mientras que una empresa cuestionada por sus malos resultados y por su presunto influyentismo, corrupción y tráfico de influencias para obtener millonarios contratos de Pemex sigue trabajando en la “remediación” de los derrames; los ductos siguen fallando, la contaminación aumenta y con ello el daño ecológico que cada vez se acerca más a exterminar nuestro futuro como región. ¡Imagínese!

 mario.gamez@diariodetampico.com 

www.mariogamez.blogia.com

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