La paradoja

"Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego"
León Tolstoi, Escritor ruso

Bien se podría decir que las triquiñuelas del PRI provocarán que la próxima legislatura estatal se convierta en un gran "elefante blanco", con más diputados, más personal, más presupuesto...y menos resultados.

Y es que si ya de por si da pena ajena ver en lo que se han convertido las sesiones de la actual legislatura estatal, imagínese lo que ocurrirá entrando el año, con una nueva camada de legisladores, muchos de los cuales llegarán a aprender la chamba que realizarán.

Para empezar, habría que explicar que fueron los priístas los que impulsaron la alianza del PRI con el Verde y el Panal, lo que provocó que no sólo tengamos a partir de enero a los 22 diputados locales que ganaron en las urnas por el PRI, sino además a plurinominales del mismo PRI, del Verde, del PANAL, más los de representación proporcional del PAN, PRD, PT y Convergencia.

A todos estos diputados se les sumará personal administrativo y burócratas que pagaremos todos con el nuevo presupuesto de egresos que los diputados se aprueben y que será según estimaciones alegres del actual líder del Congreso, Felipe Garza Narváez de por lo menos un 5% más a partir del 2011.

Así es que en 60 días estaremos manteniendo todos los tamaulipecos una nueva legislatura, la septuagésima primera y habrá quienes digan que será la más plural del estado, la de mayor representación y quizás así sea, pero también seguirá siendo el mismo mayoriteo histórico, lo que lo convierte en un poder sublevado a otro poder, pésele a quien le pese.

Sin embargo eso no se cuestiona, pues la paradoja es que esa fue finalmente la decisión de los tamaulipecos en las urnas el pasado 4 de julio; fuimos los votantes quienes externamos con nuestro sufragio este resultado, del que ahora duele tanto quejarse: votamos por seguir igual.

Aún así la responsabilidad de los diputados locales es no sólo cumplir lo que tanto pregonaron en campaña cuando fueron a su puerta y a la mía para pedirnos el voto; sino también la obligación de hacer su trabajo, de enterarse de sus funciones plenamente y ejercerlas, en lugar de sólo sentarse al mayoriteo y levantadedos que ofende a cualquiera.

Hoy los legisladores maletas que ya se van, los que no pudieron con el paquete y nos dejaron cerros de iniciativas en la "congeladora" y pobrísimos avances en materia legislativa aún ganarán en este y el próximo mes sus buenos 72 mil pesos mensuales, más sus prestaciones y todo lo que se puedan agenciar del presupuesto si es que dejaron algo en este año.

Fueron varios millones de pesos los que se pagaron los diputados para no mover ni un centímetro el actual marco jurídico del estado, para que todo camine como hasta hoy con los resultados que tanto lamentamos en todos los rubros.

Sus pobres resultados están a la vista, al igual que su pésima productividad y su nula transparencia. Muchos de esos diputados fueron ya electos alcaldes y brincaron de funciones muy fácilmente, otros ni siquiera se tomaron la molestia de regresar al Congreso, pues ya la tienen segura a partir del próximo año con nuevo hueso y nuevas posibilidades de seguir demostrando su mediocridad. Que pena.

DÍAS MUERTOS
Más allá de las tradiciones, el megapuente que autorizó la secretaría de Educación le viene a dar en la torre a la ya de por sí mermada educación en el estado, que aún deja mucho que desear, según ha quedado de manifiesto en las pruebas ENLACE, cuyos resultados nos ubican en una triste realidad. Ya los padres de familia han exigido que terminen estos megapuentes; pero claro, les convienen más a los diputados y burócratas.

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