Cero transparencia
"Los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal"
Enrique Tierno Galván, Político e intelectual español
Me parece que el linchamiento político que cada fin de año se hace a los diputados locales de Tamaulipas por la aprobación en masa de las cuentas públicas se sustenta en el simple hecho de que la ciudadanía ya exige cuentas claras de lo que sus autoridades hacen con los recursos públicos.
Nadie quebranta la ley, pues son auditores quienes revisan las cuentas públicas y las entregan a quien detenta el poder para hacer con ellas un ejercicio de presión, lo que también habla de que no hay quien pase limpiamente estas cuentas, al menos no en un plano de realidad.
Sin entrar a las especulaciones de que el líder del Congreso lleva un maletín con el que "convence" a los diputados de votar a favor o en contra de los dictámenes hechos por la Auditoría Superior, (como lo denunció la diputada perredista Diana Chavira) simplemente los legisladores sólo tienen de dos sopas: aceptarlas o rechazarlas, pero sin más juicio de valoración que el que dan los auditores con un "APROBADO"...o "RECHAZADO". Los legisladores no tienen ni idea de cómo se llegó a ese dictamen y si es verídico o no.
Y en cuanto a Diana Chavira, pues tan sólo habría que recordar que la diputada está en campaña, tras haber fumado la pipa d ela paz con Jorge Sosa Pohl, quien la quiere hacer dirigente del PRD.
Evidentemente las cosas no van a cambiar, pues a quien más le conviene que no cambien es a la mayoría priísta en el Congreso y en los niveles de gobiernos que los propios tamaulipecos eligieron.
Así es que podrían se no 200 o 300, sino tres o cuatro mil cuentas públicas las que se aprueben o se rechacen de un plumazo, pues en realidad el juego del poder no está en estos documentos, sino en el verdadero contenido de las cuentas públicas de las que no conoceremos absolutamente nada.
Recuerdo que durante la administración de los panistas Diego Alonso Hinojosa y Arturo Elizondo, y en la del priísta José Francisco Rábago Castillo, sí se daban detalles en los medios impresos del detalle mes con mes de los ingresos y los egresos del Ayuntamiento de Tampico; un ejercicio que se dejó de practicar hace años y que le daba al ciudadano de a pie, por lo menos la percepción de que había transparencia en el manejo de las finanzas municipales.
Este tipo de ejemplos deberían practicarse en todos los ámbitos del servicio público en cuanto a las finanzas de las diferentes secretarías estatales, de los sistemas DIF, de los organismos descentralizados y de toda entidad de gobierno que maneje recursos públicos, en favor de la transparencia y acceso a la información.
Conocer a quiénes se otorgan las obras que se adjudican sin concurso público y ofrecer al ciudadano elementos para creer que hay un gobernante preocupado por mostrar una administración limpia, de cara a la gente y sin guardaditos ni partidas secretas, como las que estamos acostumbrados a ver.
Que el gobierno sea pues, una "caja de cristal" en donde nadie dude de dónde se invierten los recursos del pueblo y por lo tanto a nadie puedan acusar de opacidad.
¿Se imagina que el gobierno publique en internet los dictámenes de las cuentas públicas?...¿que todos podamos saber quiénes tienen los contratos del gobierno y porqué son la mejor opción?
De una vez le anticipo que nuestros ojos no lo verán; no al menos en el corto plazo en donde todo el mundo pretende esconder los manejos del erario y menos en un clima de inseguridad que parece amenazar hasta el más simple centavo que aparezca públicamente.
mariogamez@live.com.mx
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