El silencio de los diputados

"Los empleos públicos pertenecen al Estado; no son patrimonio de particulares. Ninguno que no tenga la probidad, aptitudes y merecimientos es digno de ellos"

Simón Bolívar, Militar y político venezolano

 

A poco más de un año que tomaran protesta como diputados federales, los nuevos legisladores de Tamaulipas muy poco han aportado a la agenda estatal con resultados que salten a la vista y la opacidad en torno a sus actividades se combina con la pasividad de parte de los propios congresistas de no informar sus avances.

Ya de por sí sabemos que son excesivos los 500 diputados que integran la cámara baja y las críticas que no han sido pocas sobre la existencia de 200 diputados plurinominales es bastante para el erario, imagínese en el caso de estados como el nuestro en donde sus reformas resultan indispensables, en donde su voz, que es la nuestra como ciudadanos sólo se escucha para reclamos políticos y conflictos partidistas.

No conocemos el sentido de sus votaciones, sus posturas en torno a los debates nacionales, como el caso del IVA, en donde primeros estuvieron a favor de su reducción, y después reconsideraron y votarán en contra; tampoco sabemos el resultado de sus reuniones de comisiones y hacia dónde han viajado al interior o fuera del país y con que motivo.

Ante la coyuntura de la inseguridad que se vive en el estado, pareciera que los diputados federales han preferido avecindarse en la capital del país y sólo venir a Tamaulipas cuando hay eventos públicos junto al gobernador Eugenio Hernández Flores.

Me parece que es hora de que los legisladores federales y los senadores también, hagan informes de actividades, rindan cuentas ante sus electores de lo que están haciendo y que no parezca, que no quede la impresión entre la ciudadanía de que han escapado del estado.

Sabemos que recientemente una comisión de estos legisladores entre los que estuvieron el coordinador de los diputados de Tamaulipas, Baltasar Hinojosa y el presidente de la Comisión de Transporte Javier Gil Ortiz, participaron de la reunión con los gobernadores actual y electo, para fijar la propuesta que buscarán en el Presupuesto del 2011, pero aún falta conocer mucho más de su trabajo.

Por ejemplo en Tampico no se ha vuelto a ver a los también diputados José Francisco Rábago Castillo y Mercedes del Carmen Guillén Vicente, quienes se sabe, trabajan en comisiones tan relevantes como la de auditoría, pero poco o nada se sabe de ellos.

Me tocó ver en el Canal del Congreso la comparecencia del secretario de comunicaciones y transportes, Juan Francisco Molinar Horcasitas ante la comisión respectiva que encabeza el altamirense Javier Gil y creo que los cuestionamientos y el trabajo en general del legislador fueron los adecuados...¿porqué no informarlos?

No basta ser electos. Los funcionarios ya no pueden esconderse bajo la sombra de que trabajan en la capital y con el pretexto de la inseguridad sustraerse del estado y de sus distritos, en donde ya no se les ve más que en contados eventos, en lugar de que rindan cuentas y tomen el pulso de la calle; ese que sólo se puede ver, sentir, oler, tocar y beber en las banquetas de los barrios y las comunidades a las que fueron en campaña a pedirles el voto y a prometerles que ellos sí volverían para informar y gestionar en su favor. Nunca como antes los tamaulipecos se habían sentido tan abandonados de sus autoridades.

ENTRA LA ESCOBA

No puede hacerse a un lado la decisión del gobernador Eugenio Hernández Flores de meter la escoba en donde se requiere. Es una determinación plausible que llega en un buen momento y con argumentos sobrados, ojalá que sea una realidad que ofrezca resultados tangibles y lo más importante: paz social.

 

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