Segregación en Altamira

"El hecho de que exista una minoría privilegiada no compensa ni excusa, la situación de discriminación en la que vive el resto de sus compañeros"

Simone de Beauvoir, Novelista e intelectual francesa

 

Imagínese que después de una larguísima jornada de trabajo que además deja un pírrico salario, llega Usted a su casa por la noche para enfrentar la lacerante pobreza en la que viven miles de tamaulipecos, y resulta...¡que no hay luz!. Y si no hay energía eléctrica, la poca comida en el refrigerador de echa a perder con el intenso calor de más de 40 grados centígrados, que además hace pasar a los habitantes de la casa una muy mala noche sin un triste abanico que refresque un poco su sueño.

Pues no hay que ir muy lejos en la imaginación, porque éste es el caso de por lo menos una tres mil familias del municipio de Altamira, cuyo abasto de energía eléctrica ha sido racionalizado por la Comisión Federal de Electricidad porque resulta que el crecimiento de la población es tan alto que ya ha superado el abasto programado de energía para todos los sectores, ejidos y comunidades de este municipio.

Aunado a ello, los habitantes de estos populosos sectores, se topan con una grave inseguridad que ya les ha costado mucho, pues la alta delincuencia en estas colonias se ha visto reflejada en los asaltos a mano armada y los robos a casas habitación; delitos patrimoniales que se combatirían fácilmente si la policía enviara una patrulla a vigilar o si simplemente les prendieran el alumbrado eléctrico que no funciona..¡porque les cortan la luz!

Reza el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española que "Segregar", significa "separar y marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos sociales, políticos o culturales"; pues bien, éste es sólo otro ejemplo de la segregación que se vive en Altamira, un municipio de contrastes, en el que (escribía hace poco más de un mes) conviven a sólo unos cuantos metros de distancia el primer mundo y la más lastimera pobreza.

Junto a su puerto industrial, uno de los más avanzados del mundo, funciona como reloj suizo la producción de su industria en cuyas 25 plantas hay capitales norteamericano, español, italiano, francés, alemán, de la India, Colombia, Arabia Saudita, Corea, Inglaterra y por supuesto México, que además exportan la mitad de su producción a más de 55 países de todo el mundo.

Ahí, frente a la calle literalmente, coexisten 75 mil personas (de los 250 mil habitantes que se calcula es la población total del municipio) en diferentes grados de pobreza que deben darle de comer en cada casa y a numerosas  bocas con 50 pesos al día.

Los ejidos de La Pedrera, Medrano, Ricardo Flores Magón, El Barranco y Lomas del Real son vecinos de una pujante industria que produce miles de millones de dólares cada año y que desafortunadamente también es víctima de la inseguridad que se vive en el país, pues se rumora que apenas el fin de semana pasado, un empresa hindú sufrió el robo de más de un millón de dólares en mercancías de los mismísimos patios del muy celosamente resguardado corredor industrial.

No sólo se trata de la repartición de la riqueza; sino también de acciones que sean coherentes con la gente que vive estos niveles de marginación en Altamira y en los 43 municipios del estado.

Para el gobierno federal hay una chamba de simple coherencia: ¿cómo es posible que en el municipio que se genera el 12% de toda la energía eléctrica del país haya gente que no tenga luz porque no le alcanza a la CFE su capacidad?...para el gobierno del estado, la gestoría y la atención a los grupos vulnerables es esencial y así lo ha demostrado el gobernador Eugenio Hernández Flores; está aún a tiempo de hacer algo por estas familias; aunque no estaría de más que la administración entrante también tomara el problema y lo canalizara como se debe.

No sólo de gobierno debe venir el apoyo a los que menos tienen, sino también de sus legisladores; de la senadora Amira Gómez Tueme, por ejemplo que muy pocas veces la vemos en el sur del estado o de los diputados federales y locales que bien podrían interceder por estas familias para que tengan no sólo los servicios que se merecen, sino también la oportunidad de un mejor empleo que les ofrezca un mejor futuro.

 

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