La mejor escuela
"Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía"
John Ruskin, Crítico y escritor británico
El timbre de la escuela sonó muy temprano y la modorra de los niños no podría ser mayor por el regreso a la escuela; sin embargo, lo que encontraron los alumnos de repente, fueron más compañeros. Ahora estudian más apretados y hay más niños en cada salón de clases...si la escuela es federal.
En el caso contrario, los colegios particulares también volvieron a clases pero los padres de familia que llevaban a sus hijos a la escuela se dieron cuenta de que hay una visible baja en la matrícula escolar, derivado de una deserción o de un cambio de una institución de una privada a una escuela de gobierno.
Los factores son muchos y el primero sea quizás la situación económica y el desempleo que sigue azotando duramente a Tamaulipas, a pesar de los números halagüeños que nos quieran dar nuestros gobiernos...la realidad está y se vive en la calle, y con ella otra dura realidad: la de la inseguridad que sigue mostrándonos todos los días su peor rostro.
¿Qué padres de familia quieren llevar a sus hijos a colegios muy caros en estas circunstancias?...la baja es pues comprensible si se toma en cuenta que junto con la inseguridad, vienen precauciones como la de evitar el ser ostentoso; o como los más pudientes, simplemente salir del país.
El problema es para los que se quedan, pues son los que tendrán que batallar con un pésimo nivel educativo que vienen arrastrando por generaciones muchos de los maestros que viven a costillas de la Secretaría de Educación por influyentismo, compra de plazas, o gracias a las gracias del sindicato magisterial que evidentemente sólo piensa en aumentos de salarios y prestaciones, en lugar de aumentar su nivel y hacerlo reflejar en el alumnado.
Otro grave obstáculo con el que se enfrentan desde ayer los alumnos de las cinco mil escuelas del estado, es un enemigo silencioso, pero muy sabrosa y muy jugosa: la obesidad.
El hecho de que Tamaulipas ocupe los primeros lugares en el país de obesidad infantil no es para que nadie se enorgullezca, pues eso significa que dentro de muy poco sólo tendremos adultos jóvenes muy enfermos, que darán al traste con la productividad que puedan generar en sus empleos.
Por lo pronto los maestros ya hicieron de las suyas, al recortar como 50 días el calendario oficial entre puentes, días festivos y los que se vuelan; al cabo que la calidad educativa ya está por los suelos; al cabo que los alumnos ya están bastante gordos y no hacen educación física, al cabo que a éstos, nuestros maestros de Tamaulipas no les tocará lidiar con esos pequeños a los que hoy inculcan mala educación, mala alimentación y mala salud.
Evidentemente los padres de familia tienen un rol escencial; pero la mejor escuela que pueden encontrar los alumnos no está en la internet, las redes sociales, los video juegos, la televisión u otras distracciones, sino en el talento que cada uno de ellos tiene por sí mismo en sus gustos y afinidades; un diamante en bruto que si hubiese buenos maestros, estaríamos seguros de que habría un mejor futuro y nuestra visión quizás no sería tan pesimista.
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Apenas lo mencionábamos ayer, que los alcaldes electos de Tampico, Madero y Altamira tienen buenos proyectos juntos; lo curioso es que por separado, cada quien habla de su municipio; ojalá que no se olviden que como conurbación hay todo un rosario de proyectos comunes que van desde la basura hasta los proyectos para evitar inundaciones; que no se distraigan en partidismos y grilla es otro de los comentarios que frecuentemente escucho de la gente que no es política y que espera sólo lo mejor de su elección en las urnas.
mariogamez@live.com.mx
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