Año de Hidalgo
“El mejor servicio que podemos prestar a los afligidos no es quitarles la carga, sino infundirles la necesaria energía para sobrellevarla”
Phillips Brooks, Clérigo episcopal norteamericano
Si el padre de la patria (muy propósito del Bicentenario de la independencia) hubiera sabido que su nombre se utilizaría en una expresión tan despectiva e inmoral como aquella del “Año de Hidalgo, ¡ay del que no se quede con algo!” (por decirlo elegantemente), preferiría que lo volvieran a fusilar.
Y es que mientras el gobierno del estado hace recortes al presupuesto, ajustes y apretadas al cinturón de la gordísima burocracia estatal, para finalizar el año lo mejor posible, hay quienes en los 43 ayuntamientos del estado nomás están pensando en cómo quedarse con lo que se pueda.
Es el propio Eugenio Hernández quien ha puesto la muestra y se fue a mojar los pantalones para estar con los damnificados de “Alex”, para escucharlos, para atenderlos y brindarles apoyo, principalmente a aquellos que todo lo perdieron en el centro y norte de Tamaulipas.
Pero muy alejados están los ediles que andan de vacaciones en Las Vegas, Cancún o en cruceros por el Caribe, mientras la gente sigue padeciendo de crisis, de fenómenos naturales o de plano se quedan temblando con el rosario en la mano para que no les toque un rozón de la violencia que se vive en todo el territorio estatal.
La bronca es que, sin bien es cierto que es perfectamente legal que los alcaldes y sus súper asesores ganen bien y disfruten de un período vacacional, as cifras no son cualquier cosa.
De acuerdo con datos de los propios municipios, el alcalde mejor pagado es Erick Silva Sánchez de Matamoros que se embolsa 85 mil pesos al mes, pero tiene también a los asesores más caros, son ocho a los cuales se les otorga un salario de 50 mil pesos por mes.
Le sigue el flamante alcalde de Victoria, Arturo Díez Gutiérrez con 65 mil pesos, mientras que sus 7 asesores y cada uno de ellos cobran un sueldo de 25 mil pesos mensuales. Por cierto ¿qué pensarán de esto los más de 400 empleados municipales que ayer se plantaron en la alcaldía porque no les pagan sus prestaciones laborales?... sólo es pregunta.
En la lista le siguen los alcaldes de Reynosa, Oscar Luebbert, Tampico, Oscar Pérez Inguanzo, Madero, Sergio Posadas Lara y Altamira, Héctor Villarreal Martínez, que ganan todos alrededor de los 40 mil pesos mensuales y tienen cada uno 8 asesores con un salario entre los 28 y 35 mil pesos al mes.
Ocupa el último sitio de la lista el alcalde de Nuevo Laredo Ramón Garza Barrios, que gana unos 33 mil pesos por mes y tiene también ocho asesores con un salario de 35 mil pesos.
Los presidentes municipales deben tender a la gente que creyó en ellos y los eligió, antes de irse de vacaciones cuando más se les necesita en las calles, el ejemplo del gobernador es el más claro de que debe atenderse primero la urgencia, primero al ciudadano y luego los placeres del poder.
Seríamos muy ingenuos si pensamos que sólo estas cifras ganan los funcionarios que, evidentemente no funcionan.
Quizás vale la pena analizar el caso de Tampico, que siguiendo los pasos de la administración estatal, ha ido recortando gastos, personal y erogaciones innecesarias, trata de reestructurar su deuda y hacia el final de la administración, como ya lo ha proyectado el Secretario de Finanzas, Víctor Joffre Mora, quede hasta un superávit a la administración entrante, “no le aunque” que sea de otro partido.
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