La Francachela

"La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar"
Mario Vargas Llosa, escritor peruano

Era el verano pasado cuando un funcionario público celebraba su cumpleaños en un restaurante al aire libre frente a la playa de Miramar. Hacía entonces mucho calor y la comida a la que asistió la crema y nata de la política estatal se prolongó, y se prolongó y se prolongó hasta la noche. Aquella comida se hizo cena, y la cena fue ya una parranda que se prolongó hasta las seis de la mañana del siguiente día.
Cuento esta historia, porque se trata, aparentemente del momento cúspide en el que se tomaron decisiones muy importantes siempre entre amigos.
Aquel funcionario de la Secretaría de Salud, quien también fuera un conocido dirigente universitario de la Facultad de Medicina de Tampico, difícilmente podría reunir por sí mismo en una sola fiesta por su onomástico al gobernador Eugenio Hernández Flores, a Rodolfo Torre Cantú, José Manuel Assad Montelongo, Ricardo Gamundi Rosas, Oscar Almaraz Smer, Javier Gil Ortiz, José Francisco Rábago Castillo, Oscar Pérez Inguanzo, Sergio Posadas Lara, a empresarios de la talla de Jaime Turrubiates Solís, entre otros.
Sin lugar a dudas el ambiente no podía ser mejor, pues los políticos predominantemente priistas celebraban en ese momento el arrollador triunfo de su partido en las elecciones del 2009 y el pretexto del cumpleaños fue lo de menos; de lo que en realidad se trataba era de ver las cercanías con quien tomas las decisiones en el estado y fue justo en ese momento cuando mejor se pudo aclarar el panorama que prevalece hasta hoy.
Y aunque hay muchos analistas que dan como un hecho que no se ha tomado la determinación de quién será el candidato a la gubernatura de Tamaulipas por el PRI, ya es más que evidente que eso es cosa juzgada y que sólo podría variar sólo si el Partido Acción Nacional no logra negociar con Francisco Javier García Cabeza de Vaca y éste es designado candidato a la gubernatura del estado, lo que traería como consecuencia que aspirantes de los que ya poco se habla como Ramón Garza Barrios o Baltazar Hinojosa Ochoa, salten al quite para evitar una debacle en la contienda priista.
En el sur del estado la situación no ha variado; Jorge Manzur Nieto se erige como una carta fuerte (y muy tapada) del PRI para la alcaldía tampiqueña; sólo seguido por Gabriel Legorreta y Gustavo Torres Salinas, mientras que la para el Congreso del Estado suenan fuerte el alcalde Oscar Pérez Inguanzo (que ayer medio se destapó) y el dirigente del priismo porteño Eduardo Hernández Chavarría.
En Madero la situación no varía y una alianza casi segura del PRI, PVEM y PANAL lanzará a un Jaime Turrubiates muy fortalecido, mientras que se dice que sólo hay de dos sopas para la diputación local; el alcalde Sergio Posadas Lara y el dirigente de la Sección Uno del Sindicato Petrolero, Esdras Romero Vega.
Lo que sí parece toda una encrucijada es el municipio de Altamira en donde pareciera que quien tendría mucho que ver en la designación del nuevo alcalde podría ser el diputado federal Javier Gil Ortiz; aunque ya se ha descartado la posibilidad de que su esposa Elizabeth Humprey busque la candidatura, aún está disponible el gerente de la Comapa Altamira, Juan Antonio del Río...y una docena de aspirantes más.

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