El cazador y el soñador
“Todo necio confunde valor y precio”
Antonio Machado, poeta español
Hace un par de días predije la lógica secuencia de acontecimientos que finalmente ocurrieron ayer en el Congreso del Estado, al rechazar la aplastante mayoría priista la propuesta de que fuera el diputado Francisco Javier García Cabeza de Vaca quien asumiera la presidencia del Poder Legislativo para el mes de noviembre, y con ello fuera el panista quien respondiera el V Informe de Gobierno de Eugenio Hernández Flores y la comparecencia del gabinete estatal.
Como era de esperarse la propuesta de los priistas se inclinó por el presidente de la junta de coordinación política, Felipe Garza Narváez, para hacerse cargo de tales responsabilidades, garantizando así la fracción del tricolor que hubiera sorpresas y sobresaltos durante el acto protocolario.
Tal y como se esperaba también, Cabeza de Vaca ya se ha victimizado y junto con la fracción panista (de 8 diputados locales) ya han dicho que, como no hay compromisos con los priistas, prácticamente tienen vía libre para hacer su “pancho” durante el informe de Eugenio.
La necedad de Cabeza de Vaca se centra en sus esperanzas de unificar al panismo en su favor y obtener la candidatura a la gubernatura del estado, basando su campaña en la desacreditación, la crítica y la descalificación de la labor del gobernador y los alcaldes priistas, jugando el papel de cazador.
Por el otro lado el doctor Garza Narváez, quien goza de fama por ser elocuente orador, tendrá la oportunidad de seguir su sueño de lograr ocupar la silla contigua en un par de años, cuando el siguiente gobernador rinda su primer informe.
Orden en la casa
Tal parece que la llegada de Jorge Manzur Nieto a la gerencia general de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de la zona conurbada, tiene que ver con el reactivar la construcción de las indispensables plantas de tratamiento de aguas residuales para la zona.
Alejado de la grilla y los conflictos el joven pero experimentado gerente, tiene como meta menos de un año para que ya estén operando al ciento por ciento las tres plantas de tratamiento de Pemex y Tierra Negra en Madero, y la del Moralillo en Tampico.
Cualquier otro retraso representaría un serio perjuicio al entorno ecológico y al equilibrio ambiental tan dañado en el sur de Tamaulipas.
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