Incandescencia
Mario Alberto Gámez
“La burocracia en los países latinos parece
que se ha establecido para vejar al público”
Pío Baroja, escritor español
El 29 de Octubre de 2006, hace poco menos de dos años, publiqué en este espacio la maraña de burocracia y tramitología que significó para la anterior legislatura estatal y para el anterior gobierno federal el poder analizar siquiera la reclasificación de las tarifas eléctricas.
En aquel momento una comisión de legisladores locales y federales en complicidad con el gobernador del estado fueron enviados a la ciudad de México a enfrentar a la Comisión Nacional del Agua, al Servicio Meteorológico Nacional, a la Comisión Federal de Electricidad, a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y hasta a la Comisión Intersecretarial de Precios y Tarifas de los Bienes y Servicios de la Administración Pública Federal para lograr el objetivo de terminar con las injusticias de los recibos de la luz que usted y yo pagamos cada bimestre.
El resultado fue que simplemente hubo por parte del gobierno una fría respuesta de “vamos a analizarlo”; sin embargo, en su visita a Tamaulipas, con motivo del Segundo Informe de Gobierno del Presidente Felipe Calderón, la Secretaria de Energía Georgina Kessel, declaró que el asunto de la reclasificación de tarifas eléctricas está en un estudio que esta dependencia realiza y que podrían verse resultados…por allá de julio del año 2009; esto claro, sin que signifique que de manera automática vayan a cobrar menos en los recibos de la CFE. Ello provocó la violenta reacción de algunos personajes de la política estatal, como el diputado federal priista Enrique Cárdenas del Avellano que sin mayor problema llamó a la secretaria “estúpida” por no alcanzar a ver la magnitud del problema en nuestro estado.
En medio de toda esta lucha que a decir del diputado local Guadalupe González Galván resulta de hueva para los funcionarios federales en la capital del país, están los abusos que diariamente cometen los empleados de la CFE que tienen la “conquista sindical” de no pagar su recibo, y que es parte de los más de un mil millones de pesos que el gobierno federal eroga cada año en materia de subsidios…¡imagínese!
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