La Malinche
“Lo malo cuando se finge bueno, es pésimo”
Sir Francis Bacon, filósofo británico
Mario Alberto Gámez
El secretario de desarrollo social en el municipio de Matamoros, Carlos Valenzuela Valadez se metió en un buen lío cuando almacenó en una bodega contigua a al restaurante “La Malinche” de su propiedad más de 1,500 despensas que el Fondo Nacional de Desastres Naturales envió para los damnificados de al menos 111 colonias de ese municipio, afectadas por el huracán Dolly.
La noticia fue una bomba en todo el estado, el Ejército Mexicano intervino al detener al funcionario por al menos un par de horas y llevarse las despensas del sitio la noche del lunes pasado.
El funcionario municipal argumentó al día siguiente y después de una muy sospechosa ausencia de casi medio día, que no había robado nada, que las despensas estaban almacenándose en ese sitio por logística y que se estaban repartiendo en automóviles particulares.
“No hagas cosas buenas que parezcan malas”, reza el refrán popular que bien se aplica si lo que dice el funcionario público es cierto; y que probablemente lo sea, de otra manera ya estaría tras las rejas.
Leña del árbol caído, nunca desde que se eligió al actual presidente estatal del PAN, Francisco Javier Garza de Coss había surgido un acuerdo unánime en el PAN tan rápido como la condena a estos hechos, presuntamente delictivos, en donde hasta Francisco García Cabeza de Vaca condenó el hecho, ya no se diga el PRD, que a Francisco Chavira ya le urgía dar una declaración al respecto, y hasta el presidente del PT Alejandro Ceniceros pidió que el alcalde fronterizo comparezca ante el Congreso del Estado para explicar el asunto.
Priístas y perredistas hicieron añicos la reputación de Carlos Valenzuela, aunque en realidad sólo sirvió de peldaño para darle un llegue al PRI.
Un PRI que reaccionó muy tarde (apenas ayer) para salir a defender al funcionario del ayuntamiento que encabeza Erik Silva, cuando ya la noticia le había dado la vuelta al país y la condena era unánime.
Si el secretario de desarrollo social de Matamoros no buscaba lucrar en su negocio con las despensas que ahí fue a meter, entonces ¿para qué las llevó ahí?...principalmente cuando tan necesarias son en los albergues que aún refugian a los miles de damnificados por la desgracia, gente desafortunada a la que no le alcanzaría el bolsillo para ir a comer a La Malinche…¡Imagínese!
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