El botín de Pemex
“Más que las ideas, a los hombres los separan los intereses”
Alexis Tocqueville, político e historiador francés.
Mario Alberto Gámez
Cuando ya las diferentes fracciones parlamentarias del Congreso de la Unión se preparan para aprobar la reforma energética, cada una de las partes que han entrado a la discusión ha dejado establecida su postura.
Partidos políticos, intelectuales, expertos, los gobernadores de los estados, todos han opinado respecto a la iniciativa que envió el presidente Felipe Calderón para su análisis y eventual aprobación.
Se trata de hacer que las cosas se muevan y que Petróleos Mexicanos avance hacia una modernización que sólo Dios sabe cómo quedará finalmente, pero, como diría en Tamaulipas el propio secretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño, la única coincidencia a la que han llegado todos los actores políticos es que Pemex debe cambiar, que ya no se puede quedar como está.
Mal se ha llamado a ésta una “reforma energética”, pues habría que considerar que la Comisión Federal de Electricidad y sus muy disparejas e injustas tarifas están fuera de ella, pero esta reforma ha sacudido al país, lo que podría generar una expectativa tal vez muy elevada a lo que va a resultar.
Se equivoca Mouriño; que Pemex debe cambiar no es la única coincidencia a la que han llegado todos quienes han opinado; hay otra: el juego de intereses. Los perredistas quieren su consulta para preguntarle a la gente lo que la gente no tiene ni idea; los priístas quieren aprovechar la coyuntura para jalar agua para su molino y hacer que se apruebe su propia reforma y colgarse las medallas; y por supuesto los panistas quieren que se apruebe la iniciativa que envió el presidente; pero aún más allá de todo esto, habría que agregar; todos quieren su tajada del pastel.
Los gobernadores (como el de Tamaulipas) quieren que lleguen beneficios de Pemex por el dos por ciento de las ganancias de Pemex, y no el 0.4 por ciento que llega actualmente (unos milloncitos más que no vendrían mal) y que según los mandatarios no les alcanza para nada.
Y encima vienen Felipe Calderón y Juan Camilo Mouriño a Tamaulipas y dejan en claro que, para que haya más obras, (como el proyecto Tamesí que podría salvar miles de vidas) debe haber recursos…de Pemex, por lo que es mejor que se apruebe la reforma energética…¡imagínese!
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