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¡Imagínese!

La extinción del Moreleti

Mario Alberto Gámez

 

 

“Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo,

si en el empeño ponemos coraje y esperanza”

Alfred Tennyson, poeta inglés

 

 

 

Con el alba hay un buen grupo de personas que acuden a correr diariamente a la pista que para ello existe alrededor de la Laguna del Carpintero. Es común que muy cerca haya varios cocodrilos que durante la noche salen de la laguna y cuando comienzan a aparecer las personas regresan al agua.

 

 

Nunca se ha sabido de ningún ataque del popular Juancho a ningún visitante. Incluso me dejó impresionado que en alguna ocasión, fui como reportero a cubrir la nota de un trabajador que lamentablemente perdió la vida ahogado, luego de caer a la laguna en estado de ebriedad al salir de la feria; después de más de doce horas en el agua, el cuerpo estaba intacto.

 

 

Hasta hace algunos meses las autoridades del ayuntamiento de Tampico hablaban de un centenar de ejemplares tan sólo en la Laguna del Carpintero, después fueron bajando las cifras hasta llegar a sesenta; y no fue hasta ayer, cuando el director de protección civil José Eduardo Zamorano Riestra anunció que científicos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas trabajarán en contar y clasificar a los cocodrilos de la laguna.

 

 

Creo que fui muy afortunado por ser uno de los testigos que vio con sus propios ojos en 2004 cómo Steve Irwin, el cazacocodrilos sacaba de las aguas de la Laguna del Carpintero un cocodrilo de unos 3 metros de largo y casi con toda naturalidad lo llevó fuera del agua y lo sujetó con cuerdas abalanzándose sobre el cuerpo del gran anfibio.

Era una noche tibia de verano y otro de los testigos (aunque a más distancia) era el entonces alcalde panista Arturo Elizondo Naranjo.

 

 

El famoso australiano, estrella de la cadena Animal Planet (que falleció en 2006, irónicamente por el ataque de una mantarraya cuando filmaba un programa bajo el mar) dijo en aquella ocasión que la especie de cocodrilos que hay en Tampico es única, pues en ninguna parte del mundo había encontrado una especie que no fuera hostil con los seres humanos.

 

 

Ya el alcalde Oscar Pérez Inguanzo había anunciado que la intención del municipio es crear un cocodrilario justamente en el área que ya se conoce como el mirador en la laguna y de inmediato la Secretaría del Medio Ambiente levantó la mano para explicar que si habrá un cocodrilario deberá estar bajo las normas federales de protección a especies en peligro de extinción, como ocurre con algunas especies.

 

 

Los cocodrilos de Tampico, mansos como los describió Irwin, son la misma especie de los que habitan en las lagunas de ciudad Madero y Altamira, pero constantemente salen de sus zonas pantanosas y asustan a los vecinos cercanos.

 

 

Ya investigadores de la UAT habían declarado (MILENIO 9 de junio) que el municipio debe cuidar al cocodrilo Moreleti antes de que sea demasiado tarde, pues van envejeciendo y no tienen espacio para reproducirse, ojalá que la norma de Semarnat que obliga al municipio a la alimentación y a costear especialistas que le den cuidado a los especimenes se aplique y se conserve este atractivo internacional de Tampico.

 

mario.gamez@milenio.com

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