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¡Imagínese!

Ver a futuro

Mario Alberto Gámez

“Aprendí que no se puede dar marcha atrás,

que la esencia de la vida es ir hacia adelante.

 La vida, en realidad, es una calle de sentido único”

Agatha Christie, novelista inglesa    

 

Difícilmente hay un sitio más polémico y más manoseado en Tampico como los terrenos aledaños a la Laguna del Carpintero.

 

Lo que se ha hecho con ellos no es más que planes truncados y depredación del ambiente que ha dado al traste con el equilibrio ecológico de este pulmón natural de la ciudad.

 

La pasada administración admitió (solo Dios sabe con que intereses detrás) que los terrenos donados por Pemex a la ciudad en el trienio de José Francisco Rábago con fines ecológicos fueran concesionados a un particular para la construcción de un centro comercial; particular que se encargó de barrer con más de una hectárea de mangle natural en un par de días.

 

Las autoridades de la federación intervinieron y denunciaron penalmente a quien resultara responsable del daño ecológico, lo que detuvo los trabajos. La nueva administración deberá cargar ahora con una multa por un descuido o irresponsabilidad de sus antecesores y reponer el daño.

Las posturas encontradas en torno al tema hablan de que los terrenos deben respetarse y dejarse el mangle, mientras que quienes buscan el progreso, tratan de atraer más inversiones y que no haya un tercer proyecto trunco, como lo fueron Plaza Galerías y Plaza Magna en su momento.

Quienes buscan progreso para Tampico, dicen que debe restituirse este ecosistema en otra parte y dejar en esos predios el centro comercial; mientras que los que defienden el predio piden que sea en este sitio en donde se restituya el equilibrio ecológico.

 

Lo que no debe pasar en cualquier caso es lo que ocurre hasta hoy: absolutamente nada.

 

Ahí está el ejemplo de los terrenos en la playa, muy pocos metros y muchos dueños con demasiadas denuncias penales y juicios que mantienen estancado el progreso en Miramar y que tan sólo en 2007 hicieron que se ahuyentaran inversiones de al menos una decena de hoteles que ya estaban listos para instalarse a la orilla del mar.

 Según los biólogos, especialistas y estudiosos de las lagunas de la región, la vida silvestre, su flora y fauna, mueren viendo cómo la ciudad discute que hacer con su hábitat…¡imagínese!  

mario.gamez@milenio.com

http://mariogamez.blogia.com

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