Atorados...otra vez

"Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo"

Voltaire, Filósofo y escritor francés

 

 

Pareciera, desde lejos que los ciudadanos de a pie, tendremos que sentarnos otra vez a ver cómo los políticos se agarran a golpes por las posiciones y los cargos públicos, mientras las opciones para que las reformas estructurales se consoliden y existan avances tangibles nuevamente se vaya por la borda.

A los priístas les corre prisa por mover los hilos de la política en el país en función de varios indicadores.

Primero, las alianzas, que han demostrado que, lejos del oportunismo que gritan los tricolores a los cuatro vientos, si son bien organizadas funcionan y muy bien, como lo demuestran los casos de triunfo en las pasadas elecciones del 4 de julio; pero los del PRI no lo ven así; ellos consideran que el PAN es el gran perdedor de la contienda y que el hecho de que el voto ciudadano haya dado al PRI el triunfo en la mayoría de las posiciones en juego, es una muestra de que la gente está inconforme en la forma de gobernar de Acción Nacional.

Peor aún, pues ayer quien salió a ofrecer la postura del PRI, fue Francisco Rojas, el líder de la fracción parlamentaria de ese partido en el Congreso, quien prácticamente amenazó al PAN y al PRD en el sentido de que si piensan en llevar esa alianza al Poder Legislativo, “extendería hasta final del sexenio la esterilidad en la búsqueda de soluciones”.

En otras palabras, según Rojas, si los azules y amarillos se unen para ir en contra del PRI en el Congreso, en el análisis de las reformas estructurales pendientes y en el debate del próximo presupuesto, serán los legisladores priístas quienes pondrán un dique a sus propuestas y tal y como ocurrió en el sexenio de Vicente Fox, el Congreso nuevamente se podría convertir en el peor enemigo del desarrollo del país, en medio de otros factores que ya de suyos vienen golpeando al progreso, como la batalla contra la inseguridad, la crisis económica, entre muchos más.

Ahí están los que compiten por la presidencia de la república de los principales partidos acaparando protagonismo, atrayendo reflectores, haciéndose presentes en los medios para, de una u otra manera hacerse notar.

Si Andrés Manuel López Obrador se mueve, hace proselitismo y se declara listo para competir, es inconcebible que el IFE lo ignore y no lo sancione por hacer campaña dos años antes de tiempo...tal y como lo hizo antes.

Si Enrique Peña Nieto acapara o no los espacios de los medios, si se mueve o hace por meter las manos en su sucesión el próximo año en el Estado de México, si va o no su pareja con él, pareciera que sólo trae un intrínseco desgaste a su imagen y quizás por ello, mejor guarda distancias y vela armas para lo que viene.

Si Josefina Vázquez Mota va ganando protagonismo desde el Congreso, es quizás lo mejor que le pueda pasar al PAN, pues sus decisiones y opiniones son respetadas y escuchadas, pero igual inicia su proceso de desgaste aún antes de que haya una luz al final del túnel en la administración del que pudiera convertirse en su peor lastre: Felipe Calderón.

Ojalá y me equivoque, pero todo esto no me parece más que un caldo de cultivo para ver el mismo lamentable espectáculo, con el que el presidente Calderón tomó protesta.

 

[e-mail]

http://mariogamez.blogia.com