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¡Imagínese!

Los que hicieron berrinche

"Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrase del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia"
Esquilo de Eleusis, poeta griego

 

Sólo una catástrofe de proporciones épicas podría detener la llegada del doctor Rodolfo Torre Cantú a la gubernatura de Tamaulipas, pues ayer fue más que evidente la mano de Eugenio Hernández Flores, quien fuera de foco, ya que no asistió para evitar robarle reflectores al destapado y se vio a una clase política estatal de muchas generaciones que convergió en un solo acto de adhesión.
La alegría de muchos fue más que evidente, como lo demostraron abiertamente José Manuel Assad Montelongo, Ramón Garza Barrios, Enrique Cárdenas del Avellano y Cruz López por ejemplo; pero también hubo caras largas, de quienes evidentemente estaban a disgusto con el destape, como el caso de Marco Antonio Bernal, quien desde la Ciudad de México orquestó (ora vez) toda una campaña para intentar arrebatar la candidatura desde el Comité Nacional del Partido, su risa era evidentemente forzada y sus facciones demostraban desacuerdo. La senadora Amira Gómez Tueme también se notó distante y hasta cortante cuando los reporteros se le acercaron, con evidente molestia. Otro que tampoco estuvo a gusto fue el matamorense Baltazar Hinojosa Ochoa, que siente que sus oportunidades de llegar a la silla grande del estado se diluyen con el tiempo. Ya desde muy temprano se vio otro rostro desencajado; el del diputado federal altamirense Javier Gil Ortiz, quien hasta afirmó que él nunca pretendió la gubernatura y sin querer dar su respaldo abiertamente a Rodolfo Torre dijo que apoyará a quien su partido designe.
Quizá la ausencia más importante de la noche victorense fue la del alcalde de Reynosa, Oscar Luebbert Gutiérrez, quien insistía en apuntarse en la lista de aspirantes a la gubernatura y ayer mismo trascendió que luego del destape estaba "tranquilo", pero no se presentó.
Fue un día muy revelador para los priistas, quienes en su afán por la unidad, descubrieron sin quererlo una desunión que ya resulta estéril ante el poder de convencimiento de la fuerza del sistema.
Ya nadie parará a Rodolfo Torre Cantú en su carrera hacia la gubernatura. A punto de cumplir los 46 años (el próximo 14 de febrero) el médico cirujano de profesión, egresado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, servidor público desde los noventas cuando ocupó la jefatura del departamento de Servicios Médicos del Banco de Crédito Rural del Noreste, la dirección del sistema DIF de Ciudad Victoria y la Secretaría de Salud en Tamaulipas, el recientemente electo diputado federal por el quinto distrito de la capital tamaulipeca es hoy la figura del momento en Tamaulipas.
Hubo otros que también se pusieron muy contentos, como el director jurídico del Gobierno del Estado, Morelos Jaime Canseco Gómez, quien será el ganón con la curul número 131 en la Cámara de Diputados, al ser el flamante suplente del doctor Torre, amén de su nuevo jefe de prensa, en la figura de José Azpeytia, quien ayer mismo entregó su renuncia a la dirección de comunicación social del Gobierno del Estado.
Rodolfo Torre conoce muy bien el trabajo de una campaña proselitista, pues habría que recordar que también él fue presidente del Comité Directivo Municipal del PRI en Ciudad Victoria, por lo que de ahora en adelante se fijarán los acuerdos para las candidaturas del tricolor en las 43 alcaldías y en las 22 diputaciones locales, en donde el nuevo precandidato llevará mano en autorizar los nombres de la lista, en completo consenso con Eugenio Hernández y el mismo Ricardo Gamundi Rosas.
Vendrá después, por ahí del 30 de enero su inscripción como precandidato ante su partido, y la fiesta grande será en la Convención de Delegados el 13 de marzo próximo, cuando se convierta oficialmente en candidato de cara a la contienda del 4 de julio; será entonces cuando sea gobernador electo...si una catástrofe no ocurre.

mariogamez@live.com.mx
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