Ya merito

"En la política el arrepentimiento no existe. Uno se equivoca o acierta, pero no cabe el arrepentimiento"
Santiago Carrillo, político español

Los priistas tienen muy bien cubiertos a sus tapados y como en las mejores épocas del presidencialismo absoluto en México, nadie, pero absolutamente nadie se atreve a afirmar con certeza quien será el candidato a la gubernatura del estado.
Y aunque está claro que el panorama pinta mejor para los victorenses, encabezados por Rodolfo Torre Cantú y José Manuel Assad Montelongo, la realidad es que quien debe tomar la decisión no ha dicho ni pío.
Esto le cae muy bien al estratega tricolor, Ricardo Gamundi Rosas, quien sabe muy bien que entre más tarde el destape, habrá menos golpeteo al exterior y al interior del PRI.
No ha salido el candidato y la maquinaria gubernamental y del partido con todas sus vertientes se mantiene paralizada, mientras ven cómo en los partidos de enfrente se hacen garras por las alianzas y desalianzas, las designaciones y las descalificaciones de los designados.
Desde la comodidad de su hamaca que sujeta por un lado la popularidad de los tamaulipecos y por el otro el aparato del sistema, el PRI observa cómo se desmoronó la alianza PRD-PT y cómo se fortalecen sus acuerdos con el Verde y el PANAL, cómo se van sumando intereses que pudieran considerarse difíciles, como el caso del diputado local Guadalupe González Galván y sus huestes que sin candidato ya han decidido respaldar a la alianza PRI-VERDE-PANAL, que ya fue aprobada en el IETAM.
A la par, el gobernador Eugenio Hernández Flores tiene el tiempo suficiente para planear, para pensar su estrategia de gobierno, para llevársela muy tranquilo sin golpeteo en las paredes de la estructura de gobierno y preparándose para ejercer su derecho de ser el primer priista de Tamaulipas.
Al ver a los partidos de oposición, se observa a un PAN que se aletarga con las divisiones, los intereses, las dirigencias débiles, la falta de unidad y la ambición de sus aspirantes los tiene muy lejos de la pelea por la gubernatura, muy apartados de la disputa por las alcaldías y más rezagados aún de buscar una meta ambiciosa en la próxima legislatura.
Franciaco Javier García Cabeza de Vaca ya no encuentra cómo agenciarse la candidatura, cuando tiene el rechazo de la mayoría de los panistas y José Julián Sacramento está tan o más desesperado que Ramón Antonio Sampayo Ortiz y Angel Sierra Ramírez, quienes ya de plano se sienten rebasados por al dirigencia nacional de su propio partido.
En el PRD es más que evidente el rechazo a Lino Korrodi y las trampas de Jorge Mario Sosa Pohl lo evidencian como un mal prospecto para la gubernatura y el constante golpeteo mediático de Francisco Chavira también se ha ganado el rechazo de una buena parte del partido.
El PT seguramente enviará ahora sí solito al constructor y ex diputado local altamirense Armando Vera García, quien sabe hacer muy buenos negocios en el sistema gubernamental y  Convergencia es capaz de retomar los postulados del joven tampiqueño Miguel Angel Sotelo, que sabe hacer muy buen ruido desde el populismo de propuestas como llevarse a tamaulipecas a abortar al Distrito Federal.

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