¿Y el puerto de Tampico?
Clive Staples Lewis, escritor británico
En el mensaje por su tercer informe de gobierno, el presidente Felipe Calderón presumió varios logros, entre los que destacó la renovación de la carretera México-Tuxpan y la modernización de varios puertos, entre ellos el de Altamira.
La carretera México Tuxpan tendrá la gran ventaja que sus usuarios podrán recorrer ese tramo en sólo cuatro horas, haciendo al puerto veracruzano, uno de los más importantes del país por su cercanía con la capital.
Y por ahí anda la negociación entre los gobiernos jarocho y cuerudo para terminar ese tramo carretero de Tuxpan a Tampico, lo que acercaría aún más el centro del país con el sur de Tamaulipas; para que este proyecto avance (y de una vez por todas terminen una carretera decente en el norte de Veracruz) sólo falta la negociación entre los gobernadores Eugenio Hernández Flores y Fidel Herrera Beltrán. Y si hay que destacar un puerto de Tamaulipas es precisamente el de Altamira, que al final del primer semestre del año fue el cuarto puerto del país en importancia por su manejo de carga y su crecimiento, que en este período alcanzó el 9.2 por ciento gracias al manejo de 5 millones de toneladas, sólo por debajo de las terminales marítimas de Lázaro Cárdenas, Michoacán, Manzanillo, Colima y Veracruz. La gran pregunta es: ¿y el puerto de Tampico?... pues a pesar de los números alegres de la Administración Portuaria Integral, la realidad es que el que es considerado por muchos historiadores como el primer puerto de México, está muriendo por la globalización y el manejo de cargas. Tan es así que el manejo de carga en el puerto de Tampico cayó en un 38 por ciento en el primer semestre del año con relación al mismo período del año anterior, de acuerdo con las estadísticas del Gremio Unido de Alijadores. Y lo peor del caso es que para el segundo semestre se esperaba un 14 por ciento de crecimiento para cerrar el año con una pérdida del 20 por ciento. A pesar de los esfuerzos de la API y el GUA para atraer cargas de la industria metalmecánica, principalmente de acero y la promoción para tratar de atraer cargas de azúcar (incluso se habló del manejo de chalanes americanos para cargarlos en el puerto con destino en los Estados Unidos) por el calado del Pánuco, la cruda realidad es que Tampico no puede competir con Altamira. Dicen que en momentos de crisis hay que usar la imaginación; pues tal vez sea éste el momento preciso para pensar en proyectos que volteen la cara de Tampico al Pánuco y que lo hagan un verdadero atractivo turístico. mariogamez@live.com.mx
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