Tampiqueños exiliados
“El corazón que está lleno de miedo, ha de estar vacío de esperanza”
Fray Antonio de Guevara, escritor español
Tampico es referencia nacional en el tema del crimen organizado y del exilio de cientos de familias que han emigrado de varias partes del país hacia el extranjero, al no encontrar en México garantías suficientes para quedarse a vivir con tranquilidad.
Ya en alguna ocasión lo había declarado Maria Elena Morera, cuando encabezaba la Fundación México Unido Contra la Delincuencia, en donde señalaba a Tampico, Tamaulipas y a Maravatío, Michoacán como los sitios en donde opera con más impunidad el crimen organizado, las mafias que cobran cuota de piso, se quedan con casas, terrenos, negocios y bienes a la mala y secuestran a quienes han hecho un buen capital de trabajo.
Durante una entrevista que sostuve este viernes con el presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana, el tema de la inseguridad fue inevitable y con él los lugares en donde más se ha presentado el exilio de empresarios que han sido víctimas de la delincuencia organizada.
Para Ricardo González Sada Tampico, Tamaulipas sigue con el deshonroso primer lugar, Maravatío y Morelia, Michoacán con el segundo y Ciudad Juárez y Nuevo Casas Grandes, Chihuahua en el tercer sitio.
Estas son las regiones más peligrosas del país para la iniciativa privada. Las zonas de donde han emigrado un gran número de familias de bien, que con todo y sus fortunas han preferido buscar el cobijo de una nación extranjera antes que seguir bajo el yugo de la mafia y la incapacidad de las autoridades federales para brindarles protección.
En todo Tamaulipas se conoce bien a bien (más por rumores que por los medios) de las familias que se han ido, muchas de ellas víctimas del delito de la privación ilegal de la libertad, pero que difícilmente pueden denunciarlo, ante la evidente complicidad de muchas de las autoridades.
Justo ahora que el panorama económico pinta una leve recuperación y algunos números positivos hacen creer a la Secretaría de Hacienda y a la propia Coparmex que para el 2011 se tendrán los niveles de crecimiento del 2008, el tema de la inseguridad continúa como una asignatura pendiente que difícilmente avizora una solución en el mediano plazo siquiera.
Mientras no termine la infiltración de grupos del crimen organizado entre las autoridades que se supone deben proteger y brindar seguridad a los ciudadanos, difícilmente habrá garantías para la inversión privada, la generación de empleos y la reactivación económica.
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