Limonada
“El azar tiene muy mala leche y muchas ganas de broma”
Arturo Pérez Reverte, periodista español
Mario Alberto Gámez
Hasta el hartazgo hemos mencionado el grave riesgo en el que se encuentra el único vaso de captación de agua dulce de la zona conurbada del sur de Tamaulipas, ante un accidente que pudiera ocurrir en cualquier instante en el Libramiento Poniente. 20 mil litros de concentrado de jugo de limón, se diluyeron la mañana del pasado viernes en las aguas de la Laguna de El Chairel, a consecuencia de la volcadura de una pipa en este sitio.
Gracias a Dios no se trató de aceite, ácido, o cualquiera de los combustibles que todos los días transportan cientos de camiones y pipas por este libramiento, en donde la burocracia y el carpetazo han provocado que no se rectifiquen sus curvas y la Policía Federal Preventiva, división Caminos brilla por su ausencia.
De nada han servido las advertencias para que los conductores reduzcan su velocidad; los señalamientos que para ello se instalaron y que cada vez que haya un incidente similar, nuevamente reaparezcan los patrullajes de la PFP.
Es momento de que nuestras autoridades, tanto del Gobierno del Estado como del municipio tomen el toro por los cuernos y hagan lo que se tenga que hacer para que Caminos y Puentes Federales y la Secretaría de Comunicaciones y transportes lleven a los hechos la rectificación de las curvas del libramiento.
Paralelamente, sería muy bueno que el alcalde Oscar Pérez Inguanzo informe cómo van sus gestiones para cambiar la bocatoma de la Comapa de la Laguna del Chairel, una propuesta que llevó a su campaña, después de presidir la Comapa de la zona conurbada.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Tamaulipas no tiene ni idea de que la administración de Eugenio Hernández Flores pretende la municipalización de este tramo, a pesar de las declaraciones de “buenas intenciones” que han hecho tanto el gobernador como el alcalde, o de los planes de ampliación de este libramiento que duermen el sueño de los justos en la secretaría estatal de obras públicas y traspapelados en algún cajón del Instituto Metropolitano de Planeación.
Demasiada burocracia y planificación para algo que resulta tan sencillo;
Es la hora de que las autoridades de los tres niveles de gobierno, dejen de jugar a la ruleta rusa, mientras se toman una limonada frente al hermoso atardecer en el Libramiento Poniente…
¡imagínese!
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