Votar
Mario Alberto Gámez
“Ante una lista de candidatos se piensa que,
felizmente, sólo puede ser elegido uno”
Noel Clarasó, escritor español.
Ir a votar este domingo parece toda una aventura ante el clima de violencia que se vive en la zona. Las campañas se caracterizaron por la pobreza o ausencia de propuestas, la mediocridad de perfiles en los candidatos de todos los partidos y lo peor; la guerra sucia que degeneró en un clima de trampa, segura premonición de que este día será para que los mapaches corran con toda libertad a hacer de las suyas con la complicidad de sus compinches de todos los cargos “públicos” de todos los niveles de gobierno.
En medio de una efímera y turbulenta campaña, esta vez no hubo propuestas convincentes, ni postulados claros, ni debates entre los candidatos que hoy buscan ser electos, ni interacción masiva entre electores y postulantes.
La tarde de ayer ya se escuchaban rumores en la zona de la presencia de más grupos armados, de que habría porros y grupos de choque, de la posibilidad de secuestros y de amedrentar a candidatos, electores y planes siniestros de varios partidos por echar abajo la elección si los resultados no favorecen a sus candidatos.
También se rumoraba que algunos partidos ya tenían a toda una estructura de gente preparada para hacer todas las triquiñuelas conocidas; la compra de votos, el hurto de boletas, la coacción al sufragio, los muertos que resucitarán para ir votar, la complicidad de funcionarios de casillas, el uso de celulares en las mamparas de votación, el relleno o embarazo de urnas, etc. Esto es inadmisible en una sociedad que busque la democracia.
A pesar de este panorama, la obligación de todo ciudadano con credencial para votar es ir a hacer valer su voz en las urnas, es manifestarse a favor o en contra de tal o cual partido o candidato, o de plano invalidar su boleta si ninguno convence, pero manifestarse al fin, al menos antes de que algún mapache lo haga por usted.
Nuestra obligación como ciudadanos es también la de denunciar responsablemente cualquier irregularidad o anomalía en el proceso que hoy se lleva a cabo. Se trata de nuestra elección y será transparente, clara y justa sólo en la medida en que todos participemos y denunciemos lo que evidentemente esta mal…¡imagínese!
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