Negligencia
“Nada en el mundo es más peligroso
que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”
Martin Luther King, religioso estadounidense.
El error de la administración municipal que encabeza Fernando Azcárraga López de tratar por todos los medios de regularizar la invasión “Mano con mano”, aún y a costa de la vida de cientos de personas que ahí habitan; trajo la intervención directa del gobernador Eugenio Hernández Flores, quien anunció “soluciones de fondo” a las inundaciones, dejando muy mal parado al alcalde, que ahora sale con que ésta, fue una “decisión conjunta” entre el estado y el municipio.
Empecinado como es, el presidente municipal insistía en que la invasión debía regularizarse, pues ya era un problema muy añejo y aún con la clara advertencia de la Comisión Nacional del Agua de que era una zona de alto riesgo (MILENIO Diario de Tampico 6-04-07) el edil se atrevió a entregar personalmente 450 cartas de residencia el pasado 15 de junio.
Los argumentos del alcalde de Tampico se basaban en los “estudios” que había presentado la dirección municipal de protección civil, a cargo de José Eduardo Zamorano Riestra y cuyos resultados; a decir del alcalde y del secretario del ayuntamiento Erick Velázquez, no representaban mayor riesgo del que ya hay en otras colonias aledañas como la Morelos.
En las palabras de Velázquez (MILENIO Diario de Tampico 7-05-07); “Es un problema social, llevan habitando varios años, creo que debemos afrontar y enfrentar el problema, buscar una solución.
Nuestras áreas de Protección Civil han determinado que no es una zona inundable”.
Hoy justo hace una semana; cayó un torrencial aguacero de fatales consecuencias: tres hermanos murieron en el interior de su casa como resultado de un deslave del cerro de la colonia Sauce; estas muertes sin sentido, son el resultado de una pésima planeación de protección civil; sí, la misma oficina que determinó que no había problema alguno en regularizar la invasión “Mano con mano”.
También en estas páginas dimos cuenta de que las familias de esta invasión, no eran más que una bandera de muchos políticos que en campaña los visitaron, les prometieron ayudarlos y jamás lo hicieron.
Desde un frío gimnasio habilitado como albergue; hoy estas familias ven cómo sus pocas pertenencias permanecen bajo el agua, en sus jacales de madera, salieron tan rápido de la colonia por la inundación, que probablemente hayan olvidado en esos jacales sus “cartas de residencia”.
Ahora el gobierno del estado intervendrá para reubicar a esas familias, junto con las que habitan en zonas de riesgo por deslaves de los cerros de la región; tres vidas que se cegaron fue el precio que hubo que pagar por la negligencia y la voracidad política que hay en Tampico, ¿se imagina que se hubieran regularizado sus terrenos a 450 familias?...¡Imagínese!
mario.gamez@tam.milenio.com
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