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¡Imagínese!

Atascados

Mario Alberto Gámez

     “Cuando alguien asume un cargo público

debe considerarse a sí mismo

como propiedad pública”

Thomas Jefferson,

Ex presidente norteamericano    

Ya antes lo he referido en este espacio: Tampico se está acostumbrando a la alternancia. Sin embargo habría que ir a fondo si esta alternancia realmente funciona para los ciudadanos, más que para los partidos políticos o sus candidatos.

 

Durante los últimos once años y medio, la ciudad ha sido gobernada por alcaldes del PRI y del PAN, lo que ha dejado clara constancia del tipo de administraciones que tienen.

 

Pero lejos de que esto sea de beneficio para la ciudadanía, en realidad ha sido en detrimento de la calidad de vida de los tampiqueños.

 

El mejor ejemplo es lo que ocurre en el país en donde la alternancia en el gobierno federal ha generado nuevos problemas y esa democracia ha sido sinónimo de ineficacia entre los diferentes poderes, que trae consigo un atraso devastador para nuestro país en la competencia mundial.

 

Aquí en Tampico Diego Alonso Hinojosa tuvo un ejemplo de transparencia en la administración, pero careció de recursos por vendetta política del entonces gobierno del estado. Pepe Rábago hizo mucha obra, pero floreció la corrupción en el ayuntamiento (¿alguien recuerda el caso Páramo?). Arturo Elizondo puso mano firme en el ayuntamiento, pero no fue incluyente con su partido y también le limitaron recursos que le impidieron terminar proyectos (como el canal de la cortadura). Fernando Azcárraga lleva una segunda administración municipal con muchos atrasos a todo lo que prometió (él mismo reconoce su retraso en pavimentación por ejemplo) y ya sólo le quedan unos meses.

 

Con el tiempo hemos visto cómo la polarización del ayuntamiento tampiqueño sólo estanca los proyectos, los entierra por tres años hasta que vuelva a llegar el partido que los dejó a la mitad.

 

¿De qué sirven los discursos de campañas en donde se habla de que no puede “reinventarse” el municipio cada tres años? ¿se siguen los mismos manuales de obra, llegue el partido que llegue?...obviamente no. Es tiempo de que tanto los partidos como sus candidatos se dediquen a olvidarse de los negocios personales y a recordar el sentido social que deben tener las administraciones municipales. Es hora de que haya continuidad en los proyectos de desarrollo y que la marcha del municipio no se detenga porque llegó el partido tal...¡Imagínese!

CORRESPONDENCIA

En atención a los correos electrónicos que he recibido, agradezco los comentarios de Mario Alberto Castro, sobre el artículo de La Brecha de las Huastecas, y de Alejandro Alemán, sobre la unión de homosexuales.  

mario.gamez@tam.milenio.com

http://mariogamez.blogia.com

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