Indecisión
Mario Alberto Gámez
"Un cínico es un hombre que conoce el precio
de todo y no da valor a nada."
Oscar Wilde
Haciendo honor al ingenio que siempre ha caracterizado a los mexicanos, no faltó un vivo que pretende subastar al mejor postor en la internet...¡su voto!
La puja en el sitio de “mercadolibre.com”, arrancó en la cifra de cuatro millones quinientos mil quinientos pesos, y quizá lo realmente grave del caso, es que el sujeto ya tiene al menos un par de ofertas serias que han hecho que su precio original se eleve 250 pesos más.
¿Cómo va a garantizar este cibernauta la venta de su voto?...es más bien un misterio con tintes de broma juvenil.
Y si bien es cierto que la ley prohíbe terminantemente la compra de votos o siquiera la promesa de una dádiva a cambio del sufragio, la polémica ya está en la red, gracias a este indeciso e interesado elector mexicano.
Y es que a una semana de la elección presidencial, la disyuntiva que enfrentarán “los indecisos” es ¿por quien votar para presidente de la república?.
¿Por la incertidumbre de Andrés Manuel López Obrador y su “cambio de modelo económico”?
¿Por el continuismo y la inexperiencia de un Felipe Calderón y sus cuñados incómodos?
¿O “desperdiciar” el sufragio por cualquiera del resto de los presidenciables que, según las encuestas, no llegarían siquiera a oler Los Pinos?
En nuestra zona el caso no es muy diferente. Los candidatos a las diputaciones federales han entregado al electorado del sur de Tamaulipas campañas tan mediocres que seguramente se seguirán recordando en el futuro por el tono de agresividad y flaqueza de propuestas. Por debates sin debate y posturas huecas.
Ahora ya se habla de que los partidos políticos estarían preparando sus estrategias para el próximo domingo, encaminadas a el fraude electoral. A sacar a los mapaches que en Tamaulipas operan libremente inclinando la balanza hacia la ilegalidad.
Pareciera pues, que es el abstencionismo la única salida de emergencia que tienen quienes no se deciden por cuál es el menos malo de los luchadores de esta encarnizada guerra de lodo.
Incluso el ciudadano que responsablemente quiera sufragar el próximo domingo, tendrá siempre la opción de invalidar su boleta electoral para que no le roben hasta eso: su derecho al voto. ¡Imagínese!
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