Eugenio y Felipe
“Cualquier poder, si no se
basa en la unión, es débil”
Jean de la Fontaine, Escritor francés
El pasado viernes tuve la oportunidad de entrevistar al gobernador de Tamaulipas a unos días de su segundo informe de gobierno que hoy rendirá ante el Congreso.
La entrevista se desarrolló en una pequeña terraza que da a los jardines, donde dos pequeños canes coker ingleses ataviados de suéteres tejidos en rojo y negro jugueteaban en el césped, apenas a un costado de su oficina de la Casa de Gobierno en Ciudad Victoria.
Sólo llevaba un par de preguntas cuando Coché, su secretario privado se acercó para mostrarle un papel, en el que le indicaba que le llamaba por teléfono el Presidente Electo, Felipe Calderón. El gobernador me miró y encogiendo los hombros me exclamó sonriendo “ni modo que no le conteste...”, detuvimos momentáneamente la entrevista.
Sólo tres minutos después, regresó con una gran sonrisa y el comentario; “...no viene Felipe, enviará al nuevo Secretario del Trabajo, Javier Lozano”.
Abundaban las preguntas, pero escaseaba el tiempo: “Oye, ¿te faltan muchas caón?”, recuerdo que me dijo hacia el final. Después, en la plática, mientras era blanco del fotógrafo que me acompañaba, Eugenio Hernández se mostraba contento por su relación con el nuevo presidente.
Se dijo afortunado por conocer a Felipe Calderón desde que ambos eran diputados en la 58 legislatura y con quien reconoció llevar buenas migas, a pesar de que “no es una gente de mi partido”.
Eugenio adelantó que su gobierno trabajará muy coordinado con Calderón, calificó como “adecuado” a los miembros del gabinete económico y social que se habían nombrado hasta entonces.
En tono serio y firme, el gobernador me la puso fácil; “Mira, mi chamba es que la vaya bien a Tamaulipas y que los tamaulipecos vivan mejor, entonces entre mejor me coordine y me lleve con el gobierno federal, mejor le va ir a los tamaulipecos, esa es mi chamba...y lo voy hacer muy bien”. Al tiempo.
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mario.gamez@diariodetampico.com