El proyecto fantasma
“El oro hace soberbios,
y la soberbia, necios”
Refrán popular
Casi de manera accidental me enteré que el terreno en donde se construiría Plaza Galerías ubicado en el cruce de la avenida Universidad y avenida de los Leones, no son aptos para construir. Un ingeniero topógrafo, encargado de la obra en aquel entonces, lo platicó a un conocido con quien yo me encontraba en ese momento. “No pasa la prueba, hay mucha agua”; dijo el experto en tono de decepción, al referirse a los mantos freáticos que existen en el subsuelo de este sitio. Incluso recuerdo que mencionó que sí podría hacerse algo, pero que la inversión sería multimillonaria tan sólo para asegurar los cimientos. Tal vez sólo sean rumores, pero este predio hoy está en medio de la controversia por que será expropiado por el ayuntamiento de Tampico.
Pero esto no es una sorpresa; tan sólo habría que observar por la misma mirilla por la que apunta el alcalde de la ciudad desde que llegó al cargo que ha estado siempre en los muy escasos terrenos que le quedan al municipio, espacios todos que siempre tienen alguna problemática de la que se puede sacar ventaja desde la administración municipal.
Fernando Azcárraga hizo en su momento críticas de los grandes terrenos que ocupan por ejemplo el panteón municipal de la Avenida Hidalgo y el aeropuerto internacional “Francisco Javier Mina”, donde se avivó la controversia para su reubicación en ambos casos.
También señaló como otro “objetivo” el relleno sanitario del ex basurero de la Isleta del Zapote, donde se pretendió reubicar la feria; el ex hospital civil de Tampico que pretende derrumbar a pesar de la decisión del gobierno del estado, del Instituto Nacional de Antropología e Historia y del Instituto Nacional de Bellas Artes de respaldar su conservación como un patrimonio histórico y cultural de la ciudad.
Ya el Congreso de la Unión y el mismo Congreso de Tamaulipas han hecho un exhorto al municipio para que se respete el plan parcial de desarrollo en los terrenos de la laguna del carpintero y el área ecológica que ahí existe, en lugar de promover un centro comercial.
Por eso no es de sorprender que el municipio busque endeudarse con una suma millonaria y de paso limitar recursos de las próximas tres administraciones para obtener el predio porque, según la argumentación del Cabildo, hay muchos mosquitos y además se pueden cuartear las casas y calles por las excavaciones que se hicieron al terreno. Si tal fuera el caso que se obligue al dueño del mismo a responder por daños a terceros, pero ¿para que expropiar?...¿para otro proyecto fantasma?...¡Imagínese!