Amor en el exilio
Mario Alberto Gámez
“El corazón tiene razones
que la razón ignora”
Blaise Pascal,
científico y escritor francés
Sorpresivamente y a sólo unos días que el estado de Coahuila autorizara las reformas a su código civil, dos tamaulipecas, las matamorenses Karina Almaguer y Karla López (quien por cierto lució un rosario al cuello), formalizaron la primera unión gay en América Latina el 31 de enero.
Justo hace tres meses, escribí en este espacio la discriminación de la que son objeto los enfermos de Sida y los homosexuales en general, en ocasión del caso de un menor de sólo 5 años, discriminado en su escuela de la colonia Morelos de Tampico por ese sólo hecho.
Karina y Karla, también sufrieron una forma de discriminación en su propia tierra, fue por ello que terminaron por emigrar a otro estado del país en donde pudieran dar la cara ante la ley y formalizar su unión.
Como sociedad, está claro que en Tamaulipas no estamos preparados para combatir la homofobia y lo peor del caso es que nuestras autoridades, tampoco son imparciales.
Hacia finales del 2006, dirigí en el programa de Cambios de Multimedios Televisión, un panel en el que los expertos en la abogacía, sacerdotes y representantes de agrupaciones de homosexuales, debatieron la famosa Ley de Convivencia del Distrito Federal (que por cierto aún no entra en vigor) y la factibilidad de aprobar en Tamaulipas una ley similar.
El panorama fue desolador; quienes representan a las parejas del mismo sexo desean la ley, pero reconocen que simplemente no se atreven a “salir del clóset” para exigirla, los sacerdotes sólo siguen una línea y los abogados alegan que simplemente no es necesaria, pues para todo lo que contempla esta legislación, ya hay instrumentos legales similares (testamento, sociedades, etc.).
A propósito del mismo tema, en noviembre, abría en esta columna, la posibilidad de que existieran uniones gay en Tamaulipas, cuando parecía que el debate era inminente, pero no fue así. Igual que siempre el tema murió una semana después y sólo se reaviva con noticias como la unión de Karla y Karina en Coahuila, que como van las cosas, tendrán que festejar el 14 de febrero en el exilio. ¡Imagínese!
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